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Pesistas piden apoyo para demostrar su inocencia tras suspensión por dopaje
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Ana Iris Segura fue medallista de plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 en la división de los 49 kg. FOTO Colprensa
06 de marzo de 2020
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El deseo de demostrar su inocencia y poder asistir, por primera vez, a unos Juegos Olímpicos, llevaron a la pesista Ana Iris Segura a posarse ante una cámara para pedir ayuda.
En un video de no más de dos minutos, la deportista vallecaucana se dirige a la población de Tuluá, su lugar de origen, y al país, para buscar ayuda en su proceso de defensa tras dar positivo en un control antidopaje el 25 de febrero.
“Invito a que nos unamos en una sola causa, hablo en nombre de mis compañeros Yenny Sinisterra y Juan Solís, hemos salido con un resultado adverso y necesitamos demostrar nuestra inocencia”, señaló la deportista, quien sale acompañada de miembros de la administración municipal de Tuluá.
El objetivo del mensaje es recaudar fondos, a través de una cuenta bancaria, para que los tres halteros vallecaucanos financien su proceso de defensa ante las autoridades que llevarán el caso.
William Peña, presidente de la Federación Colombiana de Levantamiento de Pesas, es enfático al indicar que la responsabilidad en estos casos es de cada deportista; sin embargo, la Federación los orientará en su defensa.
“Hoy –ayer– nos reunimos con los deportistas para escuchar qué nos sugieren los abogados en este proceso. Nos hablaron del recurso del video y en ese caso la idea es recaudar los recursos a través de un crowdfunding (colecta virtual) y así dirigir los aportes a un mismo fondo”, comentó el dirigente.
Expertos aseguran que los costos de la defensa de los deportistas son relativos, pues dependen de la disciplina que practican, la suspención inicial que se les aplica y el tiempo que tarda el pleito.
Contra el tiempo
El objetivo en este proceso, señala el presidente de la entidad, es poder demostrar que la sustancia llegó a los deportistas de manera accidental, tal y como ocurrió con el tenista Robert Farah, que al igual que los pesistas fue suspendido provisionalmente por la Federación Internacional de Tenis (ITF), por la aparición de boldenona (esteroide) en su cuerpo y fue absuelto en menos de un mes.
La premura en este proceso también se debe a que, al presentarse tres sanciones al mismo tiempo, la Federación Colombiana de esta disciplina corre el riesgo de ser suspendida por cuatro años, lo que dejaría al país sin la posibilidad de tener representantes en los Juegos Olímpicos de Tokio. Además, la entidad tendría que pagar un millón de dólares de multa a la Federación Internacional de Halterofilia.
“Lo más delicado es no poder asisir a los Juegos. Los tres suspendidos hacían parte de la Selección Colombia junto a otros cuatro compañeros, quienes tienen proyectado sumar entre 3 y 4 medallas”, explica Peña.
Pese a que existe el antecedente con final feliz de Farah, en el país hay otros casos de procesos que llevan más de un año sin resolverse.
Es el caso del pistero antioqueño Fabián Puerta, suspendido en agosto de 2018 por la Unión Ciclista Internacional (UCI) por un resultado adverso por la misma sustancia y que, 19 meses después, aún espera el fallo del organismo.
Lo mismo ocurrió con el exciclista vallecaucano Járlinson Pantano, quien tras dar positivo por EPO (sustancia que aumenta la cantidad de glóbulos rojos y por consiguiente la resistencia y rendimiento) en abril de 2019, inició su defensa ante la UCI, pero decidió terminar su carrera deportiva dos meses después, “porque cuesta mucho dinero defenderse”.
“No pienso gastar el patrimonio de mi familia para que me absuelvan en dos o tres años y ya no me vuelvan a recibir en mi equipo”, afirmó en su momento el corredor.
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