La lesión de rodilla que por poco la deja fuera de la Liga Superior le hizo recordar a Yuliany Paz como comenzó su historia en el baloncesto.
Un lustro atrás, siendo una quinceañera con una estatura prominente para su edad y con unos kilos de más que la hicieron ser víctima de matoneo en su natal Quibdó, no la hicieron rendirse. Por el contrario, perseveró y logró convertirse en una de las jugadoras de más proyección en el básquet de Colombia.
Esa misma convicción con la que se ha hecho un nombre en el deporte de la pelota naranja es la misma con la que pudo recuperarse de su dolencia física y participar de la Liga, en la que anoche jugó el el segundo partido de la final con Leonas Inder Medellín. Su equipo derrotó 64-59 a Inder Santander.
Su paso por la burbuja paisa, cuenta esta jugadora de 20 años, ha ido de menos a más. Hizo parte del grupo de jugadoras de la Selección Colombia que reforzarían a cada uno en los quintetos a través de un sorteo. La suerte le deparó pertenecer al equipo de la Universidad de Medellín pero por la lesión no la tuvieron en cuenta. Pensó que se iba a quedar sin competir, pero Luis Miguel Cuenca, que siempre ha creído en ella, la incluyó en su equipo pese a estar en proceso de recuperación.
La terapia y sus ganas de no perderse el evento la hicieron estar lista para actuar con Leonas desde la segunda ronda. Desde ahí, su papel en la zona defensiva ha sido fundamental para que el conjunto anfitrión llegara a la definición del título ante Inder Santander.
“Aporto mucho en la defensa, los rebotes y en la ofensiva también, ahí en lo poco que hago ayudo mucho”, comenta Yuliany, estudiante de Derecho.
Pero además de eso, sus 1,95 m de estatura, que la hacen destacar frente a sus rivales, también han jugado a favor de las Leonas. “Soy una referente por mi altura, me tienen respeto en el uno contra uno y eso favorece el funcionamiento del equipo”, agrega.
Cuando está sobre el maderamen no siente secuelas de la lesión, aunque usa rodilleras por prevención. No quería perderse el piloto de lo que podría ser desde el próximo año la Liga profesional femenina porque, sabía que sería “un torneo con un nivel increíble”. De ahí la frustración que sintió en las primeras jornadas cuando no podía estar en la cancha.
Ahora, con Leonas, está a un paso de quedarse con el primer título de un evento en el país. Superó una adversidad que la hizo rememorar sus orígenes, los que siempre le dan un impulso y le recuerdan que no hay que rendirse .