Eso de ser el equipo del pueblo no se remite solo a la institución. Detrás hay una barra que se ha preocupado por cambiar su imagen violenta a partir de obras que benefician a sectores más críticos de la ciudad.
José David Castrillón, uno de los líderes de Rexixtenxia Norte, expresa que la idea es ser parte de la solución a los problemas que ellos mismos causaron. Por eso, desde 2004, a raíz de la creación del Colectivo Barrista de Colombia, comenzó a usar la gran convocatoria que tiene para afectar de manera positiva la sociedad.
Cada combo de la barra tiene iniciativas para ayudar a sus sectores; sin embargo, José destaca los más importantes. Primero, está la Navidad Roja que cada año elige un barrio para entregar regalos a niños que no tienen cómo recibirlos de sus padres.
Además, se dan charlas de fútbol, barrismo y convivencia, en compañía de Los del Sur, para mostrar a los jóvenes que pertenecer a estos grupos no significa drogarse ni empuñar un arma, según afirman.
A partir de la iniciativa que tienen estudiantes de la Universidad de Antioquia de repartir pan y chocolate a habitantes de calle, se han sumado sectores de la barra para generar un programa que llaman Indigentes para indigentes, jugando con uno de los apelativo con el que se conoce a la agrupación.
Los sectores rurales también se ven beneficiados por estas obras. Los hinchas donan y llevan kits escolares a niños y jóvenes de estos lugares.
La población infantil, muy importante para José David, recibe un gran evento el Día del Niño por parte de esta agrupación. Alrededor de 200 niños de barrios de escasos recursos reciben regalos, además son invitados al estadio de manera gratuita y se les alegra con actividades como pintacaritas.
Para Sebastián Rondón, otro de los líderes, es una alegría muy grande ver la cantidad de hinchas que se han concientizado de la importancia de ayudar en estas iniciativas. Además, revela que día tras día crece el club deportivo de la Rexixtenxia, al cual se han vinculado 100 infantes de manera gratuita.
Una de las insignias de esta barra es su parte instrumental. Las personas encargadas pertenecen a La Murga del Indigente, que tiene como uno de sus líderes a Michael Giraldo.
“Tenemos programa llamado Aguante Musical, al cual vinculamos alrededor de 180 jóvenes para que aprendan a manejar un instrumento musical”, cuenta. Incluso, crearon un semillero para que niños desde los 12 años puedan alentar a su equipo a través de la música.
Cuando José David Castrillón repasa todos estos programas, suelta una sonrisa de satisfacción por el alcance que han logrado.
La hinchada del equipo del pueblo se ha preocupado por beneficiar sectores vulnerables de la sociedad.
“Es mejor que tengan en su mano un instrumento musical y no un arma”, concluye.
