Siempre, sin importar donde se encuentre o lo que haga, Mark Zuckerberg, confundador y CEO de Facebook, aparece con la misma camiseta gris. Con una fortuna estimada en 71.200 millones de dólares, según Forbes, no lo hace por falta de presupuesto para renovar su ropero.
Hace tres años, en la primera sesión de preguntas y respuestas con usuarios de la red social, le preguntaron: “¿Mark, por qué usa la misma camiseta todos los días?” El auditorio y Zuckerberg soltaron una carcajada ante esa inquietud, que de inmediato se convirtió en tendencia.
La respuesta fue tan sencilla como la bendita camiseta gris de cuello redondo que usa todos los días: “Quiero simplificar mi vida de manera que tenga que tomar el menor número de decisiones posibles en todo, menos en la manera de servir a esta comunidad”, y se refirió luego a esa teoría sicológica que explica que tomar decisiones consume más energía de lo pensado.
Se llama ego-depletion o agotamiento mental y “se relaciona con el concepto de fatiga por la toma de determinaciones. Es una condición psicológica real en la que la productividad de la persona sufre debido al agotamiento por tener que tomar decisiones irrelevantes frecuentemente. “En pocas palabras, al hacer hincapié en cosas tan simples como qué comer o qué vestir, las personas se vuelven menos eficientes en el trabajo”, explica la psicóloga y entrenadora mental de alto rendimiento Lali Bustamante.
Zuckerberg no es el único en elegir un uniforme por comodidad. Lo mismo hicieron renombrados diseñadores como Michael Kors, Jason Wu, Giorgio Armani y Alexander Wang, que se visten de negro de pies a cabeza.
Adam Levine, líder de Maroon 5, tiene decenas de suéteres en tonos básicos, no se complica, y el expresidente de Estados Unidos Barack Obama va a la fija con sus trajes azules y grises.
La diseñadora Carolina Herrera también tiene su sello con las camisas blancas, que paradójicamente se convirtieron en una forma de distinguirse y diferenciarse de los demás, “usan una prenda como marca personal”, añade el asesor de imagen, Carlos Piedrahita. Si es una tendencia, podría decirse que uno de sus pioneros fue Albert Einstein, con sus clásicos sacos de lana.
¿Qué pasa con el qué dirán? A ellos poco o nada les importa. Bustamante afirma que los más sobresalientes en algún campo tienen una estructura mental de éxito y valoran los pequeños detalles, “enfocándose en pensamientos de poder y en sus sensaciones más que en lo que los demás opinen. Por eso la forma de vestirse pasa a un segundo plano, prefieren invertir su energía en la planeación y ejecución de sus proyectos”.
No son tampoco elecciones dejadas al azar, “se hacen por practicidad, funcionalidad y confort, sin alejarse de las siluetas básicas”, anota Natalia Gutiérrez, consultora de moda, quien precisa que no hace falta un clóset enorme para proyectar una imagen y estilo personal, “sino la mezcla de las piezas adecuadas que acentúen la personalidad”. Gutiérrez cree que escogen el color negro por el impacto: “implica respeto y relevancia”.
Entonces, no se aflija si se viste casi de la misma manera, si es monocromático con sus pintas o si tiene prendas iguales en su ropero.
Esos genios que tanto admiran no tienen reparo en parecer una fotocopia. En vez de gastar varios minutos a diario, indecisos frente al clóset, invierten su tiempo en crear ideas brillantes, ¿Cuál sería su uniforme?..