En la mesa de noche del chef antioqueño Álvaro Molina hay un libro viejo, pero muy valioso para él. Se llama: El gran arte de los fondos, caldos, adobos y potajes, un tratado de Marie-Antoine Carême. Y no es el único libro que este famoso chef francés, nacido en junio de 1784 en París, publicó porque a él se le deben muchas de las bases de la cocina clásica francesa.
Incluso el chef de Casa Molina lo incluyó en una de sus columnas semanales hablando del gran aporte de la cocina francesa a la gastronomía mundial.
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Cuando le conté a Molina que se iba a estrenar una serie sobre su vida su emoción fue evidente, pero además porque la vida de Carême no solo se movió en la cocina, el hombre ascendió desde sus humildes orígenes en París hasta la cima del estrellato culinario en la Europa de Napoleón en un momento complejo a nivel político y social.
Así es la serie sobre Carême
Carême: chef de reyes estrenó sus dos primeros episodios en Apple TV+ el pasado 30 de abril y estrenará un capítulo semanal todos los miércoles hasta el 11 de junio. Serán 8 en total.
La serie se basa en el libro Cooking for Kings: The Life of Antonin Carême, the First Celebrity Chef, del multipremiado historiador y dramaturgo Ian Kelly, es protagonizada por el ganador del Premio César, Benjamin Voisin, en el papel del famoso chef y la dirección corrió por cuenta de Martin Bourboulon.
EL COLOMBIANO habló con Benjamin Voisin y Martin Bourboulon sobre el reto de presentar esta historia que se verá en francés y que fue grabada en lugares emblemáticos de París y sus alrededores, como la Ópera Garnier, el Palacio de las Tullerías, el Palacio Real y otros más.
Al preguntarle a Benjamin sobre qué tanto estudió sobre la cocina francesa nos dijo que sí hubo mucho estudio: “Leí varios libros —aunque ahora no recuerdo los títulos— sobre la historia de la cocina francesa. Pero, claro, me enfoqué sobre todo en Carême.
Él viajó a Rusia y volvió con una idea revolucionaria: entrantes, plato principal y postre, es decir, la secuenciación del menú, como si fuera un director de orquesta... o de comidas. También estableció el orden de los cubiertos, el cuchillo a la derecha, el tenedor a la izquierda, para dar elegancia a la mesa. Incluso el sombrero de cocinero: no era solo estético, también tenía una función higiénica. Me pareció fascinante cómo un joven de 25 años trajo todo eso a la corte de Napoleón. Es muy elegante”, contó.
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En la serie Benjamin cocinó los propios platos, “sí, en algunas escenas los hice yo mismo. Por ejemplo, el volován del episodio tres lo preparo sin cortes, en una sola toma. Fue emocionante”.
El actor también explica como Carême tenía ambiciones políticas, y entendió que alrededor de una mesa pueden ocurrir cosas grandes. “Si la comida es buena, los líderes se entienden mejor. Quizás una buena digestión ayuda a la diplomacia”, dijo entre risas.
Contó además que tras la serie ahora come con más detalle, “ahora veo un pastel o un plato y notó los pequeños detalles, las capas, el trabajo detrás. Antes solo lo veía por fuera, pero ahora entiendo todo el esfuerzo, la creatividad y la técnica que hay dentro. Es fascinante”.
Para el director Martin Bourboulon trabajar en una serie de época, así como lo hizo con la cinta Los tres mosqueteros, hay que encontrar el equilibrio adecuado entre la precisión histórica y la ficción.
“Sabíamos que Careme fue muy conocido en su época, durante el reinado de Napoleón, pero también hay muchas zonas misteriosas sobre su vida. La ficción tiene este ‘súperpoder’ de crear un mundo mezclando hechos reales con lo que inventamos para la serie.
En cuanto a los platos, trabajamos con varios chefs. Benjamin trabajó mucho con la escuela Ferrandi para aprender a cocinar y dominar los gestos correctos frente a cámara.
Fue muy emocionante pensar cómo filmar esas escenas, encontrar el equilibrio entre planos cerrados”.
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