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El díficil camino de los tres ecoparques

Cerro Tusa es el más adelantado de los parques planteados por la gobernación. Volcán de lodo y Farallones están enredados.

  • En total, 1.206 hectáreas están bajo protección. El parque tendrá 135 hectáreas que son de la gobernación. FOTO edwin bustamante
    En total, 1.206 hectáreas están bajo protección. El parque tendrá 135 hectáreas que son de la gobernación. FOTO edwin bustamante
  • El volcán está en peligro por la erosión del Mar Caribe. FOTO Juan Antonio Sánchez
    El volcán está en peligro por la erosión del Mar Caribe. FOTO Juan Antonio Sánchez
  • Bosque seco tropical en Farallones. FOTO Juan Antonio Sánchez
    Bosque seco tropical en Farallones. FOTO Juan Antonio Sánchez
08 de marzo de 2021
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La génesis del ecoparque Cerro Tusa se remonta al viaje de un abuelo y su nieto en 1984. Pablo Aristizábal, entonces de ocho años, vio por primera vez a la montaña, una chimenea apagada de un volcán que emergió, desde el centro de la Tierra, hace 50 millones de años. Esa visión, recuerda aún, cambió su vida. Sin saberlo, esa pirámide verde, de exuberancia abrumadora, sería la guía y razón de su existencia.

Desde ese remoto encuentro, Pablo, hoy antropólogo, ha andado y desandado por la montaña cónica. Ha escalado su cima, aferrándose a la vegetación; ha tocado una flauta traversa y sus melodías, dulces como los frutos que brinda la vegetación tropical, han sido devueltas mansamente a sus oídos por la Piedra del Eco. Pero algo cambió. Esta semana, recorriendo una vez más la base de la montaña, vio que su sueño podría hacerse realidad: que el Cerro Tusa se convirtiera en un ecoparque.

El proceso ha sido largo, lleno de luchas y decepciones, dijo Pablo, quien ha asesorado al gobierno departamental. La gobernación de Luis Pérez (2016-2019) prometió que, para 2020, Antioquia tendría listos tres ecoparques (ver recuadros). Uno de ellos era en el Tusa, ubicado en Venecia. Sin embargo, el empeño no se logra aún. "Cuando llegamos, encontramos un papel muy importante. En 2019, la administración de Luis Pérez logró la ordenanza para declarar a Tusa como parque arqueológico y natural. Sin embargo, no había quien se le metiera a administrar el parque", explicó Óscar Sánchez, alcalde de Venecia.

El problema es que una parte de la base del cerro estaba en manos de la Sociedad de Activos Especiales. La tierra, que en tiempos remotos había fungido de cementerio indígena, se había convertido en el fortín de un narcotraficante. "Encontramos que el parque era solo una ordenanza. Avanzamos en la compra de dos predios que suman 67 hectáreas. Lo más difícil no fue eso, ni las ordenanzas. Lo más complicado es definir el modelo del ecoparque", comentó Maritza López, secretaria de Productividad y Competitividad de Antioquia.

Para definir el modelo, el alcalde Sánchez puso su grano de arena. En junio de 2020, le envió una carta a David Escobar, director de Comfama. En ella, el mandatario "le hizo un guiño a la caja de compensación” y sus palabras fueron escuchadas. Comfama se interesó en el proyecto de Cerro Tusa y será la encargada del lugar. "Una vez estaba la tierra, faltaba quién administrara el futuro parque. Ni nosotros ni la Gobernación tenía la capacidad de hacerlo con recursos propios. Entonces hablamos con ellos porque confiamos en la capacidad y la gestión logística y ambiental de Comfama", precisó el alcalde.

La concepción del parque

El sueño del parque tomó forma en 2002, cuando Pablo se graduó de Ingeniería Ambiental y Antropología. En ambas carreras hizo su trabajo de grado sobre el cerro. De esa investigación, en la que desentrañó los recovecos de la montaña, nació la idea del parque. Todavía orgulloso, muestra el plano de ese sueño que, visto en ese momento, era un imposible, una quimera sin pies ni cabeza. "Pensé que me iba a morir sin ver esto", sentenció.

El pasado miércoles, el antropólogo guio a un séquito de personas por esos caminos que ha recorrido una y otra vez. Con una ocarina —pequeño instrumento de viento— comenzó la guía, de pie sobre la Piedra del Sacrificio. Sus acompañantes, entre los que estaba el alcalde de Venecia, el secretario de turismo de Antioquia y la primera dama del departamento (Claudia Márquez), se dejaron encantar por las melodías.

La roca —que fue un lugar prehispánico de ofrendas y pagamentos— está asentada al frente del cerro. Sus escuchas, abstraídos, se dejaron seducir por la historia de Pablo: "La montaña era un lugar sagrado, de peregrinaje. Para los zenufanaes, los indígenas que poblaron esta tierra antes de la llegada de los españoles, esta era como una diosa".

Siguiendo al antropólogo estuvo Juan Felipe Ríos, responsable de proyectos de infraestructura de Comfama. "El parque está en etapa de diseño. Estos los estamos haciendo con Urbam Eafit. Lo primero fue definir el relato del parque: enalteceremos a la montaña sagrada y a la historia de los habitantes que poblaron este territorio", comentó Ríos.

La arqueología del lugar ha sido estudiada desde hace cien años. Antes de Pablo pasaron por allí Juan Bautista Montoya y Flórez, Alfredo Cock Arango y Graciliano Arcila. Desde 1996, doce años después del viaje con el abuelo, Pablo comenzó a estudiar los vericuetos del Tusa, pasando desde la cima, a 1.925 metros sobre el nivel del mar, hasta las cuevas de Santa Catalina. En la zona hay 60 puntos arqueológicos, 40 de ellos hallados por Pablo.

En las cuevas, que harán parte del parque y podrán ser visitadas, había 6.000 piezas de cerámica. Fragmentadas, de espaldas al mundo y en total oscuridad, estuvieron cerca de 1.500 años, hasta que llegaron a rescatarlas. "Todo indica que las quebraban como un acto sacrificial, algo parecido a lo que hacían las culturas en Mesoamérica", relató Pablo.

Las piezas encontradas son de estilo marrón-inciso, una técnica que, según el antropólogo, data del año 0 al 800 y se caracteriza por su sofisticación y perfección en los detalles.

La secretaria López, desde la Gobernación, expresó que la idea del parque es cuidar la naturaleza, fomentar la economía local y rescatar la historia de los zenufanaes, perdida con la Conquista. Y dio una noticia importante: además de los tres ecoparques en proceso, esta administración espera dejar nueve, que están todavía por definir.

Ríos, por su parte, señaló que la infraestructura va a subordinarse a la naturaleza, es decir, va a ser liviana y amigable con el medio ambiente. "La intervención física va a ser mínima. Esto no será un parque con piscinas ni grandes edificios, sino un espacio para caminar y entrar en contacto con la naturaleza. Lo que sí está claro es que habrá recolección de aguas lluvia y compostajes", precisó.

Según la Gobernación, "el primer movimiento de tierra" se hará en julio. El parque, con una inversión cercana a 2.500 millones, estaría en funcionamiento el primer semestre de 2022.

El antropólogo agregó que los zenufanaes serán reivindicados. “Sabemos muy poco de ellos. Solo quedó lo que dicen las Crónicas de Indias. Para redescubrirlos estamos trabajando de la mano de algunos pueblos de la Sierra Nevada”.

Pablo, al terminar la guía por su enamorada, como llama a la montaña, rememoró aquel viaje de 1984 con su abuelo. En ese entonces se dejó flechar por la magia inefable del cerro. Hoy mira su vegetación, sus olvidados cementerios indígenas y piensa, aún incrédulo, que el sueño de ese lejano niño de ocho años está a un paso de hacerse realidad

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