"Los familiares nos recibieron los primeros días. Ya estamos pagando arriendo, pero así nos digan que hay garantías, nos da miedo volver".
Hace casi seis meses, María* y su familia tuvieron que dejar su casa en el sector San Gabriel de la vereda La Loma, corregimiento San Cristóbal, de Medellín.
El 10 de mayo, en la calle 52 con carrera 120, mataron a tiros a Jonathan Álvarez Piedrahíta. Según habitantes de la vereda, el joven de 20 años era de bien, pero habría sido asesinado por integrantes del combo delincuencial La Loma, al parecer por ser conocido de miembros de un combo enemigo, el San Pedro.
Algunos habitantes de la parte alta de La Loma estaban advertidos de que se debían ir. Pocos obedecieron, pero este crimen detonó el miedo y 20 familias dejaron la vereda.
También en mayo se fueron 74 familias del sector El Cañón, de la misma vereda. Lo hicieron por miedo a los enfrentamientos de estos combos, pero 73 de ellas volvieron antes de que se cumpliera un mes de su desplazamiento.
Hoy en San Gabriel reina el silencio. Si acaso se oye música de un equipo de sonido de una de las casas que no fueron desalojadas. De resto, pocos caminantes se ven por las empinadas calles y en las residencias de los desplazados siguen los sellos de "vivienda en protección", que puso la Alcaldía.
"Esto ha estado tranquilo", dice una mujer. No obstante, reclama más vigilancia de la Policía en la parte alta. Otra mujer afirma que en el sector hay presencia de la Policía y añade que, después de lo de mayo, no han recibido amenazas. Mientras habla, pasa una moto con dos policías. Y en la parte baja, en la entrada principal de la vereda, hay otros tres agentes.
Luz Patricia Correa, directora de la Unidad Municipal de Atención y Reparación a Víctimas del Conflicto Armado, sostiene que a San Gabriel solo ha vuelto una familia, mientras que a El Cañón apenas falta una por regresar.
La Alcaldía les dio subsidio de arrendamiento por tres meses. La funcionaria dice que en la zona aumentaron la presencia de la Fuerza Pública y el acompañamiento a los pobladores. "El alcalde, Aníbal Gaviria, está muy pendiente del tema. Buscamos garantías para el retorno; trabajamos con la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur)". Sin embargo, precisa que el retorno es voluntario.
El personero, Rodrigo Ardila, manifestó que las familias quieren regresar a sus hogares pero buscan que se les garantice seguridad y el restablecimiento de sus derechos.
María dice que en mayo la autoridad capturó a 17 presuntos delincuentes de la vereda, pero pide más resultados.
*Nombre cambiado
Pico y Placa Medellín
viernes
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0 y 6