En cuatro años de mandato, el presidente Juan Manuel Santos se ha apoyado en 37 ministros que han trabajado en las quince carteras que tiene el Gobierno central. Al asumir las riendas de un nuevo mandato, el próximo 7 de agosto, junto a él estará un nuevo equipo de ministros, muchos de los cuales surgirán de los acuerdos políticos con los partidos que llevaron a Santos a la reelección. Pero otros, como lo aconsejan los analistas, deberían conservar el carácter técnico para asumir los cientos de desafíos del país.
Algunas de las carteras son más visibles que otras, como las de Defensa, Interior, Justicia o incluso Hacienda, pero Cultura y Ambiente no "mojan tanta prensa", tal como lo señala Diego Cediel, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana.
Su figuración, en todo caso, depende de los objetivos que trace el Gobierno y de que quienes ocupen esos despachos puedan, efectivamente, cumplir las metas trazadas.
Hoy la pregunta que ronda es quiénes continuarán o qué ajustes hará el presidente con base en los acuerdos políticos y las necesidades de ejecución de su gobierno que, como se ha advertido, deberá jugársela con grandes reformas por la inclusión social, pues tiene tres deudas grandes: la salud, la educación y la justicia.
Se raja educación
Sin dejar atrás las diferencias de perspectiva y demás, uno de los ministerios que más cuestionan por su manejo deficiente fue el de Educación, con María Fernanda Campo. "No hizo reformas para fortalecer un esquema educativo desde el inicio de infancia hasta la educación superior en todos sus niveles. Fue una iniciativa que quedó pendiente desde principios del Gobierno", explicó Cediel.
El director de Ciencias Políticas de UPB, Luis Guillermo Patiño, estuvo de acuerdo con que faltó bastante gestión en Educación. "Estamos mal en todos las mediciones internacionales, no tenemos una política integral de educación. Seguro será uno de los cambios más importantes que hará Santos en su segundo mandato".
En términos generales, para Cediel el actual equipo ministerial no tiene grandes éxitos, porque "hay una falta de exigencia en el perfil y en la hoja de vida de los ministros. Parece que en este Gobierno se están pagando favores políticos a ciertas personalidades para ocupar ciertas dignidades porque no hay, en general, aptitudes que atiendan la responsabilidad de ocupar un cargo tan importante para el Estado".
A ello se suma que el peso del ministro depende del enfoque del Gobierno. Es el caso del Ministerio de Vivienda, que a pesar de que no es por tradición una cartera de gran visibilidad, e incluso estuvo bajo la tutela del Ministerio de Ambiente en el Gobierno pasado, a partir de 2012 se volvió clave para el Gobierno Santos. Tanto, que puso al hoy vicepresidente electo, Germán Vargas Lleras, a manejarlo para garantizar que el programa de las 100.000 viviendas gratis pudiera llevarse a cabo.
Para el segundo periodo, según el director de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, Iván Garzón, las prioridades serán las carteras de "Interior, para asegurar la gobernabilidad; Vivienda, para mantener el apoyo de las clases populares; Hacienda, porque se anuncia una nueva reforma tributaria; y Defensa, para gestionar el descontento entre los militares que habría generado el proceso de paz".
Repartir favores
Para llegar a la reelección, el presidente Santos tuvo una base política diversa. Desde sus aliados desde el principio de 2010, el Partido de la U, como los que se sumaron a la Unidad Nacional, como el Partido Liberal, Cambio Radical e incluso los conservadores.
A la campaña reeleccionista se adhirieron, para la segunda vuelta presidencial, los Progresistas, un sector importante de la Alianza Verde y otros cuantos miembros del Polo Democrático.
Todas esas facciones políticas se tendrán en cuenta para configurar el gabinete ministerial, puede que no todos terminen con participación, pero harán parte de la negociación.
Para el director de Humanidades del Politécnico Grancolombiano, Santiago Castro, "el Partido de la U, el Partido Liberal y Cambio Radical tendrán mayor preponderancia en el gabinete".
Estos nombres, nuevos o no, que estarán acompañado a Santos y Vargas hasta el 2018, tendrán un perfil más político, agregó Castro, "tal como le pasó al Gobierno de Álvaro Uribe en 2006, el perfil pasará de técnico político, a más político. Tiendo a pensar, incluso, que será más político partidista".
El problema para el profesor Cediel es que es muy difícil que se logre un equilibrio entre lo técnico y lo político, "porque a veces impera el pago político y se nombra a un amigo o colaborador de la campaña; o por el contrario a un tecnócrata con un lenguaje que da la impresión de que está desconectado de la realidad del país. Se trata de perfiles sobre los que han girado los ministros en Colombia".
Aunque no se conocen los nombres de quienes acompañarán a Santos, sectores de izquierda, que le dieron el empuje para su elección, han recalcado la importancia de concretar proyectos de inclusión social, lo que recaerá sobre el perfil de los ministros
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