La obra de Ana Mercedes Hoyos, la artista colombiana que murió ayer en Bogotá, es una de las más cotizadas en la escena nacional. Conocida por sus bodegones de Palenque de San Basilio y sus Guacamayas, tiene obras grandes y de importancia institucional con un precio que bordea los 600 mil dólares.
Pintora y Escultora que recientemente celebró 50 años en las artes, aunque su primera exposición es de 1966, está incluida entre los artistas más vendedores y a precios más altos, en Colombia y en el extranjero. Eduardo Serrano, importante curador y crítico; Gloria Saldarriaga, de galería Alcuadrado, de Bogotá; Alberto Sierra, de galería de La Oficina y curador en los museos antioqueños; Lucrecia Piedrahíta, museóloga, y Óscar Roldán, curador del Museo de Arte Moderno de Medellín, coinciden en ubicarla en ese sitial preponderante.
Ana Mercedes nació en Bogotá, en 1942. Estudió Artes Plásticas en la U. de los Andes y, sin terminar, se trasladó a la U. Nacional, a estudiar lo mismo, aunque tampoco se graduó allí. Contó con profesores como Juan Antonio Roldán, Luciano Jaramillo, Armando Villegas y Marta Traba.
Sus obras son cercanas al arte pop. La vida cotidiana del trópico está plasmada en sus cuadros. En su serie Palenque, por ejemplo, hay palenqueras con platones de frutas, pintadas con realismo. Una luz ecuatorial aviva los colores por sí vigorosos que usaba.
Obtuvo el segundo puesto en la bienal de Pintura Joven, del Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, en 1967. El primero, en la exposición Espacios Ambientales, organizada por Marta Traba, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá un año más tarde, y recibió el Primer Premio Ciudad de Caracas, con su serie Ventanas, en 1971.
La muerte de Ana Mercedes Hoyos ocurrió en la clínica Santa Fe de Bogotá
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