"Usted se debe acordar de cuando en todas las casas de Antioquia había una olla muy grande dentro de la que flotaba un pocillo. Esa olla siempre estaba llena de aguapanela. El café se hacía en aguapanela. El chocolate se hacía en aguapanela. Los teteros de los niños eran de aguapanela con leche".
José Ignacio Duque evoca con nostalgia esa época en la que la nutrición de los colombianos dependía, en buena parte, de ese jugo de caña y la expresión "yo fui criado con aguapanela" era promesa de niños grandes y alentados.
Los tiempos han cambiado. Las gaseosas o los refrescos de frutas fueron reemplazando esa potente carga calórica que se inyectaba en el organismo. La panela, el complemento nutricional natural por excelencia, ha pasado a ocupar el último lugar en las preferencias de las madres de familia a la hora de pensar en la alimentación de sus hijos, a pesar de que, dicen los expertos, la aguapanela es nutritiva, natural y, en muchos casos, tiene menos calorías que algunas bebidas para niños.
Duque es comercializador de panela en la Plaza Mayorista. Desde su negocio, Mundial de Granos y Panela, explica que lo que está afectando el sector panelero está, justamente, en que el consumo ha caído a niveles preocupantes. Y pone un ejemplo muy claro: "Va a pasar lo mismo que con el jabón de tierra, que le salió tanta competencia que no pudo superarlo, hasta que ya nadie lo recuerda".
Tecnificación para exportar
Leonardo Ariza, gerente de la Federación Nacional de Productores de Panela (Fedepanela), afirma que el país produce un millón 200 mil toneladas anuales de panela y mueve unos 4.500 millones de pesos anuales. Colombia es el segundo productor en el mundo, después de India. Sin embargo, desde Colombia solo se exportan 3.000 toneladas cada año a Estados Unidos y España.
Este contraste obedece fundamentalmente a que la producción nacional todavía es de carácter artesanal. La tecnificación de procesos es uno de los retos más importantes a los que se enfrenta este sector. Y en eso están.
El proceso será muy lento, porque menos del dos por ciento de los trapiches en Colombia cumple con las características mínimas de tecnificación".Este año se podrán certificar 150 fincas en producción orgánica y, con ello, conseguirían la meta de 5.000 toneladas. "Considerando las exigencias del mercado, el plan exportador colocará la panela en presentaciones de panela pulverizada, en cubos y saborizadas", dice.
Este panorama resulta poco alentador para productores como Rodrigo Gómez, propietario de 70 hectáreas de caña en Yolombó. "Yo quisiera tecnificar mi finca, pero necesito 100 millones de pesos. No cuento con el respaldo de Fedepanela, (ver nota aparte) me parece que deberíamos tener auxilios. Por eso, ahora muchos productores han dejado de cultivar caña para dedicarle esa tierra a la ganadería, a los cítricos y al cacao".
El resultado de esta transformación en la vocación de la tierra, es que, según José Ignacio Duque, de 1.000 productores que tenía el Nordeste antioqueño hace 10 años, hoy no quedan más de 500. "Y de 60 empresas comercializadoras de panela en la Mayorista, hoy no somos más de 20".
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