Luego de la desindustrializacion y retroceso productivo en todos los campos que ha vivido Venezuela por la absurda gestión económica y social del régimen chavista, lo que faltaba es que ahora entre también a intervenir en el sector financiero.
Aún si la toma del Banco de Venezuela no se trata de una nacionalización hostil, sino una compra a los españoles del Bando Santander, aburridos de operar en Venezuela, sigue siendo una pésima señal que el Estado entre nuevamente a competir de manera irregular y distorsionante en el sector financiero. Esto le saldrá muy costoso a la economía venezolana.
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