La vida de Alder Escobar, ahora el quinto Gran Maestro de Colombia, no ha sido nada fácil. Basta con devolverse al año 2000, cuando le tocó partir de su tierra en busca de nuevos horizontes y olvidar, así fuera momentáneamente, lo que lo tiene ahora recibiendo felicitaciones y en lo más alto del deporte que ama: el ajedrez.
Recuerda que entre el 2000 y 2004 estuvo en España metido en un ingenio buscando sobrevivir, pero luego su vida empezó a cambiar. "En ese tiempo poco podía mover las fichas, pero del 2004 al 2006, empecé a dictar clases de ajedrez y la vida me fue cambiando", cuenta Alder, hoy Gran Maestro del juego ciencia.
Este profesional en Ciencias del Deporte, título que obtuvo en la Universidad Tecnológica de Pereira, nacido en Manizales pero forjado en Pereira, tuvo que recorrer caminos arduos para obtener el título de GM: "las dos primeras normas las hice en Alemania en el 2008; tercera y cuarta, en el 2012 en la Copa Latina y en el selectivo para la Olimpiada Mundial. Y este año obtuve una más en el Iberoamericano en España y me gradué el pasado fin de semana en el torneo cerrado Internacional Hernán Ramírez. Ese día la felicidad fue inmensa, porque había logrado lo máximo a lo que puede aspirar un ajedrecista: ser Gran Maestro".
Escobar, quien se cataloga muy bueno en el tenis de mesa, su segundo deporte, dice que es un honor compartir semejante logro al lado de Alonso Zapata, Gildardo García, Sergio Barrientos y Jaime Cuartas.
"Yo sé que, al igual que me ha tocado a mí, ellos pasaron por los mismos sacrificios y esfuerzos. Por eso son dignos de mi respeto y admiración".
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