La entrega de uno de los capos del narcotráfico más buscados de Colombia, Javier Antonio Calle Serna (alias "Comba"), vuelve a probar que, contrario del pasado, la justicia de Estados Unidos dejó de ser el "coco" implacable y ofrece beneficios legales y de seguridad en sus cárceles a cambio de información sobre las mafias y entrega de bienes.
Su sometimiento a agentes de la DEA en Aruba y su traslado a New York, el pasado viernes, fue parte de un proceso de negociación, desde principios de este año, que no era un secreto para las autoridades y que, incluso, fue advertido por el presidente de la República, Juan Manuel Santos, en abril.
Las autoridades atribuyeron la entrega de alias "Comba" a la ofensiva de las autoridades contra el cartel del norte del Valle y las redes criminales a su servicio, cuya semilla engendró la banda conocida como "los Rastrojos", que desde el Valle se extendió a regiones vecinas de Cauca, Nariño y la Costa Pacífica, estratégica para el tráfico de narcóticos vía marítima hacia Centroamérica.
"Producto de la presión, de la persecución contra todos los narcotraficantes en las últimas horas se entregó a la DEA, en Aruba, Javier Antonio Calle Serna", aseguró el subdirector de la Policía, general José Roberto León Riaño.
De 43 años, alias "Comba" se convirtió en narcotraficante y jefe de los Rastrojos" y se le acusa del asesinato en Venezuela de Wílber Alirio Varela , alias "Jabón", uno de los dos jefes más importantes del cartel del norte del Valle, organización en la que se inició como sicario. Estados Unidos lo acusa de narcotráfico y lavado de activos y ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares
En efecto, la banda criminal dirigida por los "hermanos Comba ( Luis Enriquey Javier Antonio Calle Serna ) recibió golpes de la Policía como capturas de jefes de sicarios y finanzas, incautaciones de arsenales con armas, de lujosas propiedades, cargamentos de cocaína y varias caletas y contenedores con millones de dólares que ingresaron por los puertos de Tumaco y Buenaventura, en el Pacífico.
¿Justicia benévola?
Si bien estas acciones golpearon la estructura criminal y las finanzas, también se hace cada vez más evidente que la famosa frase de los narcotraficantes colombianos "preferimos una tumba en Colombia a una cárcel en Estados Unidos" es temor superado.
Para el penalista Germán Navarrete , exdefensor del jefe paramilitar del bloque Mineros, Ramiro Vanoy (extraditado a Estados Unidos en 2008 y condenado por narcotráfico), los preacuerdos para redimir pena, la seguridad jurídica y el bajo riesgo de ser asesinados en las cárceles de Estados Unidos facilitan la entrega de personas con líos judiciales y extraditables.
"La justicia norteamericana contempla acuerdos para negociar la condena, que permite a una persona rebaja de penas por colaboración efectiva como delaciones de otros 'narcos', rutas para tráfico y entrega de bienes. Una condena de narcotráfico de 30 años con un buen preacuerdo se puede reducir a 5 o 6 años", indicó Navarrete.
En cambio, advierte el abogado, en Colombia hay poco margen de negociación y rebaja de penas por colaboración. "Estas personas se exponen a una condena impagable porque además del delito de narcotráfico, deben responder por concierto para delinquir, lavado de activos y otras acusaciones con fundamento probatorio o sin éste. Entonces, una pena de narcotráfico de 20 años se eleva a una de 30 o 40 años".
El jurista agregó que otra "garantía" que invita a un sometimiento es la mayor seguridad de las cárceles. "En Colombia hay alto riego de ser asesinado por enemigos, como le sucedió a Élmer Herrera (jefe del cartel de Cali) en Palmira o sufrir extorsiones, amenazas o ataques a familiares que los visitan".
Otro penalista, que pidió el anonimato, explicó que Estados Unidos "ofrece protección a familiares de quienes se entregan y colaboran". Lo anterior coincide con las versiones de que una de las condiciones de Calle Serna para su entrega, en Aruba, fue la residencia para 16 familiares.
Jeremy McDermott , director del Centro de Estudios del Crimen Organizado, explicó que la justicia de Estados Unidos favorece a alias "Comba", porque mientras ese país lo requiere por narcotráfico, en Colombia "los Rastrojos" son uno de los generadores más grandes de violencia desde 2006 con asesinatos, masacres, desapariciones forzadas, desplazamiento de población, delitos que dan para penas de 60 años de prisión".
Además de Calle Serna, se entregaron a la justicia estadounidense Carlos Mario Aguilar , alias "Rogelio", quien fue jefe de "la Oficina" y luego Mauricio Cardona López , alias "Yiyo", su reemplazo en la mafia.
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