Colombia extraditó este viernes a Estados Unidos a Diego León Montoya, acusado de exportar cientos de toneladas de cocaína y considerado como el principal jefe del narcotráfico del país, una muestra del compromiso del Gobierno de Bogotá en la lucha contra el tráfico de drogas.
El capo colombiano arribó a Miami desde Bogotá este mismo viernes para ser procesado por tráfico de cocaína y otros delitos afines. Montoya, alias don Diego, quien llegó en un avión del FBI, deberá comparecer el próximo lunes ante el juez federal William Turnoff.
Los 12 cargos en su contra incluyen obstrucción de justicia, asesinato de un testigo como represalia y lavado de dinero.
El fiscal federal estadounidense Alex Acosta dijo que "ningún caso de narcotráfico ha tenido tan gran significación desde la condena y sentencia de los hermanos (Miguel y Gilberto) Rodríguez Orejuela", líderes del cartel de Cali.
"Es muy temprano para declarar una victoria. El cartel del Norte del Valle se está disolviendo, pero otros individuos están ocupando el vacío" que dejaron los líderes capturados, añadió.
El jefe de la oficina del FBI en Miami, Jonathan Solomon, señaló que con la extradición de Montoya "hemos avanzado un largo tramo hacia desmantelar el cartel del Norte del Valle".
Precisó que el éxito de la llamada Operación Resurrección fue resultado de la cooperación de las autoridades estadounidenses y colombianas.
Antes de la partida del avión desde Bogotá, el director de la policía colombiana, general Oscar Naranjo, declaró que con la extradición "se cierra el capítulo institucional de ofensiva, liderada por el gobierno, por sus autoridades, para desmantelar el cartel del Norte del Valle" o el grupo de traficantes que sucedió a los ya extintos carteles de Medellín y Cali.
Peso pesado
Montoya, alias "Don Diego" y cuya fotografía fue puesta por el FBI junto a la de Osama bin Laden por haber sido uno de los 10 hombres más buscados del mundo, fue el jefe del Cartel del Norte del Valle.
Esa organización de narcotraficantes fue considerada la principal del país sudamericano después del desmantelamiento de los carteles de Medellín y Cali. En Estados Unidos será enjuiciado en una corte del sur de la Florida.
La extradición fue considerada por el director de la Policía Nacional, general Oscar Naranjo, como la más importante de la historia reciente, después de la de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez, los antiguos jefes del Cartel de Cali.
"Esta extradición probablemente sea la más importante de los últimos años y habla de la voluntad colombiana de esta lucha donde no ha claudicado un solo momento", dijo el
oficial.
"Coincide esta extradición con una noticia alentadora, y es que la lucha contra el narcotráfico está dando frutos positivos, al lograr que el precio de la cocaína esté disparado en Estados Unidos, y su calidad se está reduciendo hasta en un 46 por ciento", agregó Naranjo.
El acusado narcotraficante fue capturado por el Ejército en septiembre del 2007 y desde entonces había permanecido en cárceles de máxima seguridad.
Las autoridades de Colombia y de Estados Unidos ofrecían una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que permitiera su captura.
Medidas de seguridad
Montoya, con un chaleco antibalas, las manos esposadas y en medio de un fuerte dispositivo de seguridad que incluyó policías armados con fusiles, fue sacado de la cárcel de Cómbita, en el central departamento de Boyacá, y trasladado en un helicóptero a un aeropuerto de Bogotá.
En el terminal aéreo fue recibido por funcionarios de la DEA, que lo llevaron en un avión hacia Estados Unidos para ser juzgado.
El Cartel del Norte del Valle es acusado del envío desde 1999 de unas 500 toneladas de cocaína a Estados Unidos que le generaron ingresos calculados en 10.000 millones de dólares.
Montoya estuvo al frente de un sector del Cartel del Norte de Cali que enfrentó a rivales dentro de la misma organización de narcotraficantes, en una sangrienta disputa que dejó cientos de muertos, según autoridades colombianas.
Su principal rival fue Wilber Alirio Varela, alias "Jabón" quien fue asesinado a comienzos de este año en Venezuela en un ajuste ce cuentas entre narcotraficantes.
Montoya también es acusado por la Justicia colombiana de haber ordenado cientos de crímenes de personas en el pueblo de Trujillo, en el departamento del Valle, donde las víctimas fueron descuartizadas y arrojadas a un río.
