Mauricio Ardila ni ninguno de sus compañeros del equipo Aguardiente Antioqueño ha ganado una etapa en la presente edición de la Vuelta a Colombia, pero se encuentra más feliz que el propio líder de la carrera y otros que han cruzado la meta en primer lugar, la razón, el nacimiento de Clara, su segunda heredera.
En San Gil, antes de emprender esta semana una nueva fracción de la carrera más prestigiosa del país, Ardila recibió en su celular las fotografías de su nuevo retoño, quien parecía un angelito en brazos de su esposa Paula Andrea Muñoz.
Lamenta no haber estado en el parto, pero asegura que siente descanso al saber que la hermana de su otro hijo, Paulo, de 2 años, llegó bien al mundo.
“Ya formé la pareja”, dice lleno de orgullo y emoción Ardila, quien prosigue: “estoy muy contento y no veo la hora de volver a casa”.
Antes de que comenzara el giro nacional en Santander, Mauricio tuvo el apoyo de su entrenador, Gabriel Jaime Vélez, para que no participara en la carrera y estuviera más tranquilo al lado de su esposa en aquel día tan especial, pero el pedalista, con seguridad no aceptó la propuesta, debido a que el objetivo que se trazó, con sus demás compañeros, era llegar a la Vuelta para conquistar el título.
“Competir era mi objetivo principal este año, y aunque me hace falta mi familia, ya tendré el resto de la vida para disfrutar con ellos; por ahora hay que cumplir con las responsabilidades”, aseguró Ardila, quien ahora, con más motivación y tranquilidad espera seguir aportando su grano de arena para obtener buenos resultados con su escuadra.