Como se explicó en la anterior columna, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) ha puesto en marcha el Programa de Asistencia Técnica Directa Rural.
Una de las novedades del nuevo Programa es que la ejecución de los planes municipales de asistencia técnica agropecuaria y rural estará a cargo de las EPSAGRO que son empresas prestadoras de los servicios de asistencia técnica agropecuaria.
Desde finales de la década de los años ochenta del siglo pasado, el país decidió abandonar el modelo centralista de prestación de los servicios de asistencia técnica agropecuaria a los pequeños productores agropecuarios y puso en marcha el modelo descentralizado que implicó que los municipios asumían la responsabilidad de prestar el servicio de asistencia técnica a los pequeños productores. Para tal fin se crearon las Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria, Umatas.
Durante un buen número de años, el Gobierno Nacional dedicó importantes recursos con el fin de que los distintos municipios del país crearan dichas Unidades, al tiempo que apoyó la formación y la capacitación de los asistentes técnicos vinculados a las Umata.
De esta forma, en el país se creó una red amplia de estas Unidades, que fueron cumpliendo la función para la cual fueron creadas.
Infortunadamente, al estar ligadas las Umata a los procesos políticos locales, en muchos casos se convirtieron en medios para hacer política más que para prestar el servicio de asistencia técnica.
Esto se vio favorecido por la falta de una reglamentación más severa de cómo deberían operar dichas Unidades y de unos mecanismos coercitivos más eficaces aplicados por el Ministerio de Agricultura.
Aun así, en un estudio realizado en 2009 por la firma IQuartil para el Programa Midas-USAID se encontró que las Umata, junto con los gremios agropecuarios, los asistentes técnicos particulares y los almacenes de insumos, eran, en su orden, los principales prestadores del servicio de asistencia técnica agropecuaria.
Es decir, a pesar de las dificultades, el modelo descentralizado de prestación de servicios de asistencia técnica ha impactado favorablemente el desarrollo de este fundamental servicio productivo. Además, los productores diferentes a los pequeños utilizan los servicios de las Umata.
Adicionalmente, cuando se les preguntó a los diferentes tipos de productores si las Umata deberían desaparecer, más del 80 por ciento de los productores se mostró en desacuerdo con esta posibilidad. Además, más del 96 por ciento de los productores de la muestra señalaron que el servicio de asistencia técnica debería tener sede en el correspondiente municipio.
Finalmente, los productores indicaron que, preferencialmente, la asistencia técnica debería hacerse visitando los predios y con, al menos, una visita mensual.
El Ministerio de Agricultura, al privilegiar en el nuevo Programa la prestación del servicio de asistencia técnica a través de las EPSAGRO, que en la encuesta presenta un muy escaso nivel de utilización, ha ignorado la realidad de la situación de la asistencia técnica agropecuaria en el país.
Con ello, no sólo se le da un golpe mortal a la descentralización del servicio y a las Umata, sino que se ponen en riesgo la eficacia y los beneficios del Programa.
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