Asciende a 16 el número de personas que murieron este domingo por una explosión en una estación de ferrocarriles en el sur de Rusia, lo que hizo aumentar la preocupación sobre el terrorismo de cara a los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero en la ciudad turística de Sochi, en el Mar Negro.
"Había personas en el suelo, gritando y pidiendo ayuda", dijo Alexander Koblyakov, un testigo, a la cadena Rossiya-24 TV.
El investigador ruso Vladimir Markin dijo que 16 personas murieron en el atentado, entre ellas dos que perecieron en el hospital.
Militantes islamistas en el norte del Cáucaso han perpetrado una serie de ataques desde que el presidente Vladimir Putin llegó al poder en el 2000. Ahora representan el mayor desafío de seguridad y podrían perjudicar los Juegos Olímpicos que comienzan en la ciudad de Sochi dentro de 40 días.
Putin ordenó a las autoridades que tomen todas las medidas necesarias para reforzar la seguridad, dijo el portavoz del Kremlin, según citas publicadas por la agencia de noticias RIA.
Un portavoz de la policía federal, Vladimir Kolesnikov, dijo que se aumentará la seguridad en las estaciones de trenes y aeropuertos, con más oficiales en servicio y controles más estrictos.
En octubre, en otra acción similar contra un autobús municipal en Volgogrado, dejó un saldo de seis muertos y unos 30 heridos.
Autoridades dijeron que la atacante era de la provincia de Daguestán, que se ha convertido en el centro de la insurgencia islamista que se ha esparcido por toda la región después de dos guerras separatistas en Chechenia.
Nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad del atentado del domingo, pero ocurre varios meses después que el líder rebelde checheno Doku Umarov exhortó a atacar los juegos de Sochi.
El viernes, tres personas murieron en la ciudad de Piatigorsk en las Montañas de Cáucaso Norte, cuando un carro cargado de explosivos detonó en una calle de la localidad, el distrito federal administrativo establecido para estabilizar la región del Cáucaso Norte.
