Aquí el asunto va vestido de negro. Desde el nombre hasta la comida, que tiene su origen en el ancestro africano.
Su nombre porque, como lo explicó Carlos Estrada, Bonuar reúne dos fonemas franceses, escritos tal cual suenan y que, a fin de cuentas, rinden un homenaje a la cultura negra. "Algo como Negro Bello o Negro Bonito".
Incluso, la música que acompaña a los comensales también tiene sus orígenes en las raíces afro: jazz, blues y hasta un poco de música caribeña.
Y abrieron ayer, domingo, con una invitación especial: a oír jazz y dejarse tentar por la idea del brunch, ese alimento a medio camino entre desayuno tarde y almuerzo temprano, pensado para los que se levantan un poco tarde.
Esa fue su propuesta ayer, pero será la misma del domingo que viene... y la del próximo, también.
Allí, prometen sus socios, encontrarán los mejores brunch en compañía de blues en vivo con The Big Bone.
"Es una posibilidad de encuentro con los amigos, de pasar un buen rato el domingo", dijo Juan Felipe Arango, ahí, sentado en una mesa de Bonuar comiendo Tortilla Montañera, uno de los platos recomendados, lo mismo que los rollitos de salmón en salsa agria o el omelette con espinaca y tocineta.
Esos son tres imperdibles del restaurante, aseguró Estrada.
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