Después de 12 años de caos, Cajanal, en cabeza de su gerente liquidador Jairo Cortés, se puso a la tarea de ordenar la casa y ponerse al día.
Mediante el decreto 2196 del 12 de junio de 2009, el Gobierno ordenó la liquidación de la Caja Nacional de Previsión (Cajanal) y desde entonces, el mayor reto es responderle a los cerca de 44 mil usuarios que no han visto marchar su proceso debido al represamiento de solicitudes de recocimiento de pensiones en la entidad.
"El problema viene desde 1998 cuando la Corte, por primera vez, encontró que Cajanal era negligente en el cumplimiento de sus obligaciones legales y constitucionales. El problema tiene que ver con un atraso de un sinfín de prestaciones económicas que no estaban siendo cumplidas", explica Jairo Cortés y agrega que "cuando yo asumí el cargo de gerente liquidador, me encontré con 237 mil solicitudes, de las que estaban represadas unas 44 mil 240. A partir de allí presentamos un plan de acción ante la Corte Constitucional, enmarcado en la premisa de la protección al adulto mayor".
El compromiso de Cortés
El plazo que le había otorgado la Corte Constitucional a la entidad en liquidación era el 30 de noviembre. Para ese entonces debían estar listos todos los actos administrativos pendientes. Sin embargo, y en vista de la gran cantidad de casos represados, el plazo se movió hasta el 30 de enero.
"El compromiso es que, a finales de este mes, tener todos los actos administrativos sustanciados y a finales de marzo tener listas las inclusiones de nómina. De esta manera, esperamos solucionar el problema de Cajanal en los primeros meses de este año", explicó.
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