El premio de consolación, que si se analiza bien tiene un buen atractivo porque es nada menos que un cupo para la Copa Suramericana, era lo único que se jugaban el domingo Deportivo Cali y Atlético Junior, en el Pascual Guerrero.
Perdido el objetivo de pelear título, ambos equipos llegaban al sanfernandino con la idea de no irse en blanco en este semestre. El tiquete para un torneo internacional era el paliativo a tanta irregularidad, a tanto fracaso.
En ese orden de ideas llegaba mejor el Cali porque para alcanzar pasaje para la Sudamericana le servían dos resultados: la victoria o el empate.
Al final, los azucareros lograron el triunfo (2-1) en un partido discretísimo, aburridor y jugado ante una escasísima asistencia en el Pascual Guerrero.
Más allá de ese premio de consolación, la del Cali y Junior fue una lánguida despedida. El local sólo tuvo ráfagas de fútbol en el primer tiempo, porque en el segundo fue completamente dominado por su rival.
El visitante, entre tanto, tuvo una pobrísima primera etapa y levantó ostensiblemente en el segundo periodo, pero pecó en la definición a pesar de que tenía goleadores en su nómina.
En los primeros 30 minutos el Cali ganaba 2-0 y parecía que resolvería el partido de manera fácil. A los 24, Sergio Herrera definió ante pase de Elkin Calle, y a los 30 fue Diego Valdés el que anotó de cabeza.
Pero ocho minutos después Martín Arzuaga apretó el marcador con un golazo desde zona izquierda.
El período complementario fue ampliamente dominado por el Junior, que desperdició numerosas opciones de gol, siendo ese su castigo porque al final resignó el cupo para la Sudamericana.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
