El título de esta columna parodia el del libro publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo en 2008 centrado en el estudio de la calidad de vida en las urbes latinoamericanas.
El libro habla esencialmente de que para evaluar la calidad de vida no sólo importa revisar las condiciones objetivas de la población sino también tomar en cuenta la percepción que ella tiene sobre su propio bienestar.
Justamente este es el análisis que viene realizando el programa Medellín Cómo Vamos desde hace cinco años a través del seguimiento a más de 130 indicadores considerados universalmente como básicos en la explicación de la calidad de vida y cuya fuente son distintas instituciones gubernamentales, principalmente del orden municipal.
A su vez, el programa realiza anualmente una Encuesta de Percepción Ciudadana con representatividad para toda la ciudad y sus seis zonas urbanas y cuyos resultados pueden compararse con los obtenidos en la Red Colombiana de los Cómo Vamos que incluye a Bogotá, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena, Ibagué y Valledupar.
En 2010, la ciudad mostró avances en la mayoría de los sectores analizados que evidencian un nivel más alto de calidad de vida para la ciudadanía. Para ese año el Municipio de Medellín realizó una inversión que representó el 87% de sus recursos.
Esta inversión se ha visto reflejada en mayores coberturas educativas, desde la educación inicial hasta la educación superior; cobertura de salud universal, de acuerdo al criterio del Ministerio de la Protección Social, indicadores del estado de salud mejores con tasas de mortalidad materna e infantil menores; mayores oportunidades de acceso a soluciones de vivienda para los hogares más pobres; acceso casi universal a servicios públicos de alta calidad y un entorno más saludable, dada la menor contaminación del aire y el río Aburrá-Medellín y a una mayor tasa de reciclaje de los residuos sólidos.
Estos buenos resultados se ven respaldados por la opinión ciudadana. En 2010, la ciudad ocupó el segundo lugar en percepción de calidad de vida, entre las ocho ciudades evaluadas.
Se destacan dentro de estos resultados el alto orgullo por la ciudad, con un 86% que se siente entre orgulloso y muy orgulloso, el más alto dentro de la Red de Ciudades. La ciudad también ocupó el primer lugar en la satisfacción con los servicios públicos (88%), alumbrado público (87%), medio de transporte utilizado (75%), oferta cultural y recreativa (81%), vías del barrio (71%), espacio público (62%), parques y zonas verdes (48%), andenes y separadores (60%), favorabilidad institucional (91%), gestión institucional (73%), y atención al ciudadano (72%).
Sin embargo, pese a esta alta satisfacción, es de anotar que la ciudadanía está mostrando desde 2009 una tendencia descendente en el orgullo por la ciudad, el optimismo frente a su rumbo y la satisfacción con la ciudad como un lugar para vivir.
Estos resultados están correlacionados con las dos preocupaciones centrales de los medellinenses, de acuerdo a la Encuesta de Percepción Ciudadana en 2010, que fueron la generación de empleo y la seguridad, los cuales aún no muestran resultados satisfactorios.
En el caso de la seguridad ciudadana entendida como la forma principal de la seguridad humana que garantiza derechos humanos fundamentales, la ciudad mostró un avance entre 2009 y 2010, al registrarse reducciones en los principales delitos contra la vida, la integridad personal y el patrimonio económico; no obstante, aún se está lejos de poder hablar de una ciudad segura, en especial en lo que concierne con los homicidios.
En 2010 se registraron 2.023 homicidios, en promedio seis muertes diarias en lo corrido del año, constituyendo uno de los principales retos de la ciudad, como bien lo reconoce la ciudadanía en la encuesta de percepción.
* Coordinadora del Programa Medellín Cómo Vamos.
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