Cómo así que la Cancillería le protestó al presidente Sarkozy porque su recién estrenada primera dama se refiere a la cocaína colombiana en una de las canciones que incluye en su nuevo disco.
Si esa fuese labor del Ministerio de Relaciones Exteriores, tendría que ampliar la planta de personal porque no hay película sobre la droga que ignore a Colombia.
La Cancillería debería estar para temas más trascendentales. Afortunadamente tal protesta no saldrá ni en los clasificados europeos porque no nos gustaría que acabara promocionando a una cantante mediocre, monótona, sin brillo en la voz.
No dudamos que con su experiencia en modelaje, lo hará mejor como primera dama de Francia, hasta que el divorcio la separe. En cambio, aquí no decimos ni pío ante la telenovela El Cartel que falsifica la historia y seguramente se venderá en el exterior.
La tiranía del rating y el afán de dinero nos hace olvidar el deber de colombianos.
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