Presidente Juan Manuel Santos, mis respetos. Yo soy un niño de nueve años y estoy haciendo un proyecto único en el planeta para alcanzar la paz del mundo y en especial de mi país. Aunque no lo crea, tengo la llave de la paz, me he comprometido con Dios y con mi generación a que los años que me faltan por vivir los dedicaré a luchar por cambiar la historia de la humanidad. Le envío mis más sinceras felicitaciones y le pido a Dios lo bendiga y lo proteja y que usted sea un presidente que no utilice la violencia para alcanzar la paz. Con todo el respeto y con todo amor quiero darle un consejo, el cual es que cada que vaya a tomar una decisión o a contestar una cosa complicada diga en su mente: Dios mío contesta por mi, y siempre le dará sabiduría para enfrentar los problemas, siempre conteste lo que le pregunten, nunca utilice palabras groseras y que ofendan a la otra persona, cuando esté frente a personas que lo estén atacando sólo utilice respuestas de amor y de paz. Perdóneme que un niño le dé estos consejos, que usted es un adulto y todo un presidente, sólo le pido como niño de la paz, que luche para que no muera nadie, ni siquiera un guerrillero y que nos perdonemos como hermanos. Cuente con mi apoyo y mi respaldo. Amémonos, reconciliémonos.
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