A falta de uno, Claudia Urrego González ha librado cuatro batallas contra el cáncer. Sabe lo que es enfrentar estos diagnósticos y más aún, luchar por hacer respetar los derechos que, como paciente, tiene una persona.
Nutricionista y dietista de la Universidad de Antioquia e ingeniera de sistemas de la Universidad San Buenaventura, Claudia es hoy más abogada, sicóloga y médica sin títulos pero con gran profesionalismo.
Fue su propia experiencia de vida la que le fue cambiando el rumbo a esta profesional nacida en Santa Fe de Antioquia y radicada en Medellín. Todo comenzó hace diez años, cuando le detectaron un cáncer de seno que obligó a que le practicaran una mastectomía seguida de quimioterapia.
"Lo complicado fue que antes de la cirugía me negaron la prótesis para la reconstrucción. Primero estaba mi vida así que dejé que me operaran y emprendí la lucha por mis derechos después, a través de una tutela", recuerda Claudia.
Esta sería la primera de una serie de batallas en pro de sus derechos. Los mismos que por actitudes muchas veces negligentes y arbitrarias convierten a los pacientes en víctimas del sistema.
Dos años más tarde le encontraron otro cáncer, esta vez de ganglios y al año siguiente otro en los pulmones. Contrario a lo que muchas personas harían, como echarse a morir, Claudia no se ha dejado amilanar por nada ni por nadie. Ni siquiera por el cuarto cáncer que le hallaron hace tres años, nuevamente en pulmones, sumado a una carcinomatosis linfangítica.
Su trabajo
"Dios es grandioso y él está primero que los médicos, mi familia y lo demás. Además, ante un cáncer es muy importante sumar la actitud, que siempre debe ser positiva", destaca la fundadora y actual directora ejecutiva de la Fundación Fundayama.
Esta es una organización privada sin ánimo de lucro que presta servicios de acompañamiento, orientación y educación a las personas con diagnóstico de cáncer de mama, a su grupo familiar y acompañantes.
"Cuando las personas saben que he tenido cáncer de seno confían más para hablar sobre lo que les preocupa", precisa esta joven emprendedora nominada por Antioquia al Premio Mujer Cafam, cuyo fallo se conocerá hoy al mediodía en Bogotá.
De tanto moverse entre médicos y abogados, Claudia parece ser una experta cirujana y litigante. Conoce muy bien sus derechos y ayuda a que otros, a través de Fundayama también los conozcan y los hagan respetar.
En su fundación las personas no solo encuentran apoyo y espacios de encuentros, sino también actividades culturales y recreativas que contribuyen a mejorar su condición física y emocional, fundamentales para afrontar esta enfermedad.
Para levantar la autoestima, la entidad cuenta con banco de pelucas, prótesis y accesorios, yoga, talleres de terapia ocupacional, de belleza y estilos de vida saludables.
Por supuesto también se ofrece asesoría y capacitación en aspectos jurídicos, terapias alternativas, educación nutricional y capacitación.
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