Después de una larga reunión del Comité Ejecutivo de la Federación Colombiana de Fútbol, la determinación sobre la sede para jugar el partido por las eliminatorias a Brasil-2014 frente a Uruguay (7 de septiembre) fue la que se esperaba: Barranquilla.
Con humedad y alta temperatura, la que fue la casa de la Selección en las clasificaciones para los mundiales de Italia-90, E.U.-94 y Francia-98 volvió a ganar el pulso, y continuará albergando a los jugadores que en el comienzo de la eliminatoria para Brasil-2014 sufrieron con el empate 1-1 con Venezuela y la derrota 2-1 con Argentina.
Atrás quedaron las aspiraciones de Cali, Medellín y Pereira, que habían sonado como posibles anfitrionas.
Para Alemania-2006, cuando comenzó el sistema de todos contra todos, Colombia terminó séptima, pero la campaña en el estadio Metropolitano fue aceptable: se jugaron nueve partidos, de los cuales ganó cuatro, empató tres y perdió dos. Conclusión, buen balance porque el rendimiento fue del 55,5%r ciento.
Colombia, que ha asistido a cuatro citas mundialistas, logró el otro paso teniendo como sede el estadio El Campín de Bogotá para Chile 62.
Lo de ahora es pensando en Brasil y el camino parece espinoso y no tanto por cuál sea la sede. Todo pasa más bien por el momento de la Selección, que no juega bien, con jugadores que se destacan en sus equipos pero no entonan en el combinado patrio. Lo peor, se encuentra sexta en la tabla, es decir, por fuera de los clasificados.
Vienen dos rivales superiores a Perú y Ecuador que hicieron ver mal al conjunto de José Pekerman. Uruguay, el 7 de septiembre y luego Chile, el 10, aunque la Federación protestó ante la Conmebol esta fecha. Con ambos los antecedentes no son los mejores. En la eliminatoria pasada, Chile goleó 4-0 y Uruguay 1-0.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
