La frase de Mario Alberto Yepes "se sufrió más de la cuenta cuando lo tuvimos todo para liquidar el partido" refleja la preocupación que reina después de que Colombia le ganó el miércoles 1-0 a Perú e invita a que para el próximo partido se replanteen mejor las cosas para que la ilusión que tanto defiende el combinado patrio pueda continuar con vida en la Eliminatoria Suramericana hacia Sudáfrica-2010.
El técnico Eduardo Lara tiene razón cuando enfatiza en que "lo importante era conseguir la victoria para salir de la presión que teníamos por los últimos resultados adversos". Sin embargo, el combinado patrio tendrá que mejorar muchas cosas para no correr esos riesgos que estuvieron a punto de generarle el empate a los peruanos, que sin ser más tuvieron un mejor remate e hicieron ver muy mal a Colombia en los últimos 15 minutos.
Ante Ecuador, el próximo rival al comienzo de septiembre, Lara tendrá que jugar con los definidores que le han hecho falta o no "ha querido utilizar porque en Teófilo Gutiérrez lo tuvo", según el ex jugador argentino Héctor Ramón Sosa. Y para ello el planteamiento de los partidos no puede variar tanto de un rival a otro.
Porque si bien ante Argentina el tricolor nacional convenció, frente a los peruanos quedaron muchas preocupaciones. Sin dejar de lado la importancia que tiene haber sumado los tres puntos, continuar entre el grupo de cuatro aspirantes al repechaje de la Eliminatoria Suramericana y haber llegado a 17 unidades para mejorar el rendimiento en el torneo, Colombia debe tener muy presente que su siguiente rival no es el colero que enfrentó el miércoles, viene en ascenso y llegará muy motivado por la quinta posición que ocupa.
Sosa pide con urgencia convocar "goleadores que la metan y no delanteros que jueguen" y ese debe ser el punto de partida de la Selección para su siguiente salida en tres meses, puesto que la defensa ecuatoriana es más compacta y su diferencia de goles es mejor, lo que los puede favorecer a la hora de las definiciones ante los cafeteros que solo han hecho siete tantos en 14 partidos.
Con medio gol por juego es difícil aspirar a grandes cosas, pero "si se ganan partidos" como dice Yepes. Lo que pasa es que la propuesta tiene que ser diferente para no sufrir tanto para triunfar por la mínima diferencia, ya que no se puede atacar con tanto desorden porque no solo se genera un desgaste injustificado, sino que se corren riegos que producen mucho pánico y dejan malas sensaciones como en el sufrido 1-0 ante los peruanos.
Aunque lo fundamental era ganar para no quedar más rezagados y siempre será fundamental la entrega de Fabián Vargas, el compromiso de Mario Alberto Yepes y los deseos de agradar de Camilo Zúñiga, la Selección tiene que elevar su generación de fútbol, las pequeñas sociedades en la cancha y afinar la puntería si desea continuar soñando con el Mundial.
Porque con una actuación como la del miércoles difícilmente se le hará daño a Ecuador y Uruguay, sus siguientes rivales, que han hecho 18 y 23 goles, respectivamente, y que tienen en sus manos el futuro de Colombia. De esos dos juegos dependerá que la ilusión sea real y no termine en un simple sueño y por eso se necesitará algo más que buenas intenciones para mejorar el regular rendimiento del 40% en la Eliminatoria.
En esos encuentros que vienen el combinado patrio tiene como obligación mejorar su fútbol y su definición, ser más continuo en su ritmo y mostrar otras cosas más positivas para no terminar rezando y echándole la culpa a la suerte, esa que en el deporte no se necesita cuando se hacen las cosas bien y se comente pocos errores.
Claro que como culminó Lara "todo dependerá del estado en el que se encuentren los jugadores que convoquemos", aunque unos muchos, como Iván Ramiro Córdoba, Gerardo Bedoya y Teófilo Gutiérrez, que andaban bien y podían dar una mejor mano para evitar el sufrimiento, no jugaron ni un minuto y terminaron impotentes viendo los partidos desde las tribunas.