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El polémico contratista Julio Gómez, vinculado al 'carrusel de contratos de Bogotá, fue condenado a 10 años de cárcel.
Gómez aceptó su responsabilidad en los delitos de peculado por apropiación, cohecho propio e interés indebido en la celebración de contratos.
A la hora de dictar sentencia, el juez también condenó al procesado a pagar una multa de 4.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
El juzgador consideró que el contratista de los Nule actuó en coparticipación criminal, ya que su propósito era el de apropiarse de la totalidad de la contratación del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU).
Gómez González fue sentenciado como responsable de los delitos de peculado por apropiación en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso con interés indebido en la celebración de contratos, y cohecho propio también en concurso homogéneo y sucesivo.
El arquitecto, según el fiscal, lesionó el bien jurídico de la administración pública.
Aseveró el fiscal que Gómez sin tener calidad de funcionario público obró en coautoría con el exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno; su hermano Iván Moreno, la exdirectora del IDU, Liliana Pardo y otros funcionarios, que habían aceptado el beneficio del 8 por ciento para quienes participaban en los contratos 071 y 072 de la malla vial de la capital del país.
Con su actuación Gómez colaboró para que las empresas de los Nule salieran favorecidas con el contrato de obra y también con el contrato de interventoría, manifestó el fiscal.
El arquitecto, según la Fiscalía, quien obraba como contratista fue quien dio inicio a las llamadas “comisiones de éxito”, donde el dinero que ocasionaba esa ganancia era destinado a los funcionarios antes mencionados.
Tras la audiencia el sentenciado continúa recluido en establecimiento carcelario.