Imagine que viaja al frío del Nevado del Ruiz, o al calor del Cabo de la Vela en La Guajira; o que conduce en un día soleado y súbitamente entra a un parqueadero oscuro; estar acostado, ponerse de pies, hacer ejercicio; son algunas de las circunstancias que demandan del cuerpo una capacidad de adaptación para mantener el equilibrio interno. Esta capacidad de adaptación es necesaria para la vida y es mediada por el Sistema Nervioso Autónomo. Una incapacidad de este sistema para adaptarse es lo que se llama disautonomía.
Mantener la presión arterial cuando estamos acostados es muy sencillo, pero se requieren mecanismos de adaptación importantes para evitar una caída en la presión arterial en el cerebro al ponernos en pie, si esto no se logra se produce mareo por hipotensión arterial (lo contrario de la hipertensión) que es el signo cardinal de la disautonomía. Cuando esta deficiencia es muy severa y dura más de 6 segundos puede causar pérdida de la conciencia (conocida como síncope) de la que el paciente se recupera de manera espontánea. La causa más frecuente de síncope es la disautonomía.
La mayoría de los pacientes presentan los primeros síntomas o síncope antes de los 20 años. Es importante distinguir el mareo de la disautonomía del vértigo, este último se caracteriza por la sensación de que las cosas alrededor o el paciente mismo giran, estos dos tipos de mareo pueden coexistir.
La mayoría de los pacientes con esta enfermedad tienen hipotensión arterial o "presión arterial bajita". El estudio de Salud Cardiovascular en Medellín, realizado por la Facultad de Medicina CES, la Alcaldía de Medellín y el Departamento de Cardiología de la Clínica Medellín, demostró una prevalencia de hipotensión de 14 por ciento en individuos mayores de 30 años. Su frecuencia es mayor en las mujeres, en una relación de 8:1.
La mayoría de los pacientes diagnosticados, tienen una variedad leve de esta enfermedad. Alguna información encontrada en internet hace referencia a algunas disautonomías muy graves que alarman al paciente, por lo que se recomienda solicitar al médico la información y orientación necesaria. Una dirección electrónica que puede ser de utilidad es www.ndrf.org (Fundación Nacional para la Investigación de Disautonomías, de Estados Unidos).
Los pacientes consultan al médico en orden de frecuencia por mareo, síncope, taquicardia y fatiga. Con frecuencia estos pacientes eran diagnosticados con hipoglicemia, que es muy rara.
Si tiene estos síntomas es posible que padezca una disautonomía:
Mareo al cambiar de posición o estar de pie tiempos prolongados, fatiga, desaliento, moridera o somnolencia, problemas de sueño o duerme pero despierta cansado, dolor de cabeza o migraña, palpitaciones o taquicardia, ansiedad, tristeza, cansancio fácil con el ejercicio, síncope o presíncope.
En la población los síntomas son más importantes para el paciente que el síncope.
Casi nunca esta enfermedad es grave. Sin embargo si confiere mayor riesgo de sufrir síncope común o neuralmente mediado, el síndrome de fatiga crónica, la depresión y trastornos de ansiedad como el pánico.
La evaluación cuidadosa de estos pacientes ha permitido identificar las situaciones estresantes como disparadores de crisis de disautonomía. La persistencia o la intensificación de la situación estresante aumenta la probabilidad de sufrir depresión, trastorno del pánico y el síndrome de fatiga crónica. En un mundo donde el estrés hace parte de la vida, no es de extrañar que se perciba una "epidemia" de disautonomía. Todas las personas tienen estrés, pero las personas con hipotensión tienen más sensibilidad a este factor.
Recomendaciones
Es posible que usted tenga presión arterial baja, revise los síntomas aquí anotados y visite su médico en busca de más información.
Evite hacer cambios bruscos de posición, deshidratarse, hacer ejercicio en las horas más calurosas del día.
Comer salado y beber más de dos litros de agua al día.
Tener una rutina de ejercicio aeróbico.
En caso de gripa, evitar vasoconstrictores y antitusivos con codeína.
Cruzar las piernas o hacer maniobras de contrapresión (hacer presión de una mano contra la otra) pueden evitar el síncope.
Si usted acompaña a una persona con disautonomía que padece síncope, en caso de que ocurra permita que el paciente asuma la posición de supino, esto propicia una recuperación de la presión arterial y de la conciencia.
Solicite a su médico información sobre esta enfermedad y el síncope.
El uso de medicamentos debe recetarlo un médico que los conozca.
*Cardiólogo