Las cifras presentadas por este diario no son menores: 90 toneladas mensuales de desechos hospitalarios genera el área metropolitana. Se trata de una cantidad importante que debe ser vigilada y controlada por todos los actores que intervienen en su procesos, desde los generadores hasta los operadores que les dan la disposición final.
Antioquia, dijeron los entrevistados, realiza la tarea con esmero, pero errar es humano y dos hallazgos de este material en la región prende una alerta que no debe apagarse.
Ya la Dirección Seccional de Salud y el Área Metropolitana están revisando los casos, pero las auditorías tienen que continuar.
Además, es preciso que se controle cada generador, que en la ciudad superan los 4.000. El reto está en que no se repita lo de Bello y Niquía y que Antioquia conserve la buena nota en manejo integral de estos residuos.
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