Si los diálogos de paz entre el Gobierno y las guerrillas, en esta ocasión las Farc, están mediados por intereses particulares, "no se logrará un acuerdo real, no habrá una paz verdadera".
Esta es la posición de monseñor Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín, quien expresó que a diferencia de otros procesos en los que la Iglesia Católica ha estado como garante, en el actual diálogo con las Farc no ha sido tenida en cuenta por el Gobierno Nacional.
"La Iglesia no ha sido invitada", dijo el arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón Restrepo, pese su disposición para trabajar por la paz y la reconciliación en el país.
"El Gobierno nos ha dicho que cuenta con nosotros y que en el momento que necesite ayuda o intervención nos llamará, pero por el momento quiere manejar las cosas de esta manera, incluso vemos que lo manejan bajo reserva y todavía hoy no sabemos qué está pasando en La Habana y esto es comprensible", precisó el prelado.
Tobón indicó que la Iglesia no está en la mesa de diálogos por un interés, como lo expresó un guerrillero —afirmación que le parece injusta—, sino porque es una política de las conversaciones que se adelantan hace 10 meses.
Iglesia para el postconflicto
El papel de la Iglesia Católica debe centrarse en el postconflicto, en tareas de reconciliación y perdón. Así lo consideró el analista político Jaime Jaramillo Panesso, al mencionar que el prelado debe "reservarse para asuntos de mayor importancia que en la politiquería en la que están cayendo estas negociaciones donde están llegando los partidos y los señores parlamentarios que tienen más interés en lo electoral que cualquier otra cosa".
Para Jaramillo Panesso, en la actualidad solo se habla de indemnización y reconocimiento de las víctimas, pero no se habla de perdón y reconciliación, "fundamentales en cualquier proceso de paz y para eso está la Iglesia".
En esa premisa, Luis Emil Zanabria, director nacional de Redepaz, comentó que en algún momento la Iglesia puede servir como un agente para ayudar a limar asperezas o servir de garante, "pero por ahora creemos que los diálogos directos son la mejor fórmula. No nos parece que ningún actor debe entrar en la mesa".
Pese a la discusión si la Iglesia Católica debe o no estar en una mesa de negociación y mientras se espera el inicio de diálogos con el Eln, monseñor Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de Cali, manifestó que se está ambientando el inicio de ese proceso "provocando la reflexión sobre temas que son de interés del Eln".
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