Ya ocurrió la primera tragedia: en el barrio París, de Bello, la explosión de una polvorería ocasionó el desplome de una vivienda de tres pisos, hecho que afectó otras siete casas vecinas y dejó a dos personas lesionadas. Sin llegar diciembre, este elemento explosivo empezó a hacer daños, a dejar secuelas.
El pasado 25 de octubre, ante el Área Metropolitana, los diez alcaldes del Valle de Aburrá firmaron un compromiso para prevenir y controlar el uso de pólvora. La idea de la entidad es que cada alcalde promulgue un decreto para prevenir y controlar el uso.
Al Área la mueve una intención adicional: la protección de los animales, especialmente aves y perros, que son víctimas directas, a veces fatales, de cada explosión.
"Por primera vez, en un decreto de control de pólvora incluimos la protección de la fauna afectada por las detonaciones", destacó el director, Carlos Mario Montoya.
Se espera que en cada alcaldía se cumpla el compromiso y, con apoyo de decretos, de la Policía y conciencia ciudadana, se logren reducir los índices de accidentalidad por este elemento, sobre todo en Antioquia y el Valle de Aburrá donde, pese a las campañas, se registran altos índices de quemados.
Ya van 40 en Antioquia
A mitad de semana y tras la tragedia de Bello, la gerente de Salud Pública de la Gobernación, Zulma Tabares, lanzó las alarmas al reportar que este año ya van 40 lesionados por pólvora en el departamento, 10 de ellos en las minas de Buriticá, donde se usa este elemento para sustituir el uso de la dinamita, y los otros 30 en las distintas festividades que se realizan a lo largo del año en el territorio.
"Antioquia es el departamento que más festividades tiene al año y usan la pólvora como elemento de celebración, en total se tienen 421 festividades, son fechas críticas en las que se refuerzan los operativos y vigilancia para evitar lesionados", comentó la funcionaria.
A través de su dependencia se promueve un pacto igual al metropolitano en los municipios del Oriente, donde la situación también es crítica. Este se firmaría en La Ceja en los próximos días.
El año pasado, en Navidad, en el departamento hubo 244 quemados. La meta concreta es bajar el 10 por ciento de la cifra. En el Valle de Aburrá, la mayoría de mandatarios busca el 100 por ciento de reducción, llegar a cero víctimas.
¿Será tan imposible? Si todos ponen un poco, a lo mejor se da. La lucha, por lo menos, ya comenzó.
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