El desarrollo anormal de la articulación entre el hueso del muslo y la cadera, conocido como displasia, se podrá detectar antes del nacimiento mediante un novedoso método computacional.
Así lo confirman la ingeniera electrónica Liliana Mabel Peinado y el docente de ingeniería Diego Alexander Garzón Alvarado, de la Universidad Nacional, quienes diseñaron un método que permite evidenciar, desde antes del nacimiento, cómo evoluciona la formación de la cabeza de los huesos.
La articulación de la cadera está diseñada para que la cabeza del fémur o hueso del muslo empate correctamente en la cavidad de la pelvis (acetábulo); cuando esto no ocurre, se origina la displasia de cadera.
Aunque la radiografía de cadera que se les practica a los bebés es útil, no permite interpretar fácilmente la displasia.
El modelo de los ingenieros integra factores mecánicos y biológicos, y lo que hace es simular el crecimiento y la evolución del extremo o la cabeza de los huesos (epífisis) para determinar el desarrollo del Centro Secundario de Osificación (CSO), motor del progreso de la epífisis que se forma desde los primeros días del periodo posnatal.
"Nuestro modelo se basa en las denominadas ecuaciones de reacción-difusión, que nos permiten deducir el patrón de crecimiento del CSO bajo ciertas condiciones de carga y concentración de factores biológicos", puntualiza la ingeniera Peinado.
Así, se puede predeterminar qué sucede si un bebé tiene un déficit de cierta hormona o si la carga que soporta el hueso es inferior o excede un rango para un óptimo desarrollo óseo.
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