Hey, pelao, el de la camiseta azul ¿Quién sos vos?
Hace cuatro años en una Clásica Marco Fidel Suárez, en Bello, un sardino que tenía una franela celeste de líder y una pantaloneta de Colombia, pero de las viejas, le hacía doler las piernas a todos los corredores antioqueños en la trepada.
Nadie lo conocía, nadie sabía quién era ese delgado escalador que hacía estragos camino hacia las marraneras de San Pedro.
Ese sábado, todos los paisas que trataban de defender el patio debieron hacer la santa alianza para que la carrera no se les fuera a ir de las manos.
El grupo perseguía y el pelao de tez blanca y fuerzas sin límites, contó que venía con el club de Funza, pero mientras se daba a conocer con palabras no paraba de darle al frente de carrera.
Ese fue el surgir de Fabio Andrés Duarte Arévalo, quien años después se convertiría en el doble campeón de la Vuelta sub-23, antes de la Juventud, y uno de los pupilos más destacados en las filas del cuadro de EPM que manejaba el técnico Raúl Mesa.
A donde quiera que fuera con la camiseta blanquinegra de Cundinamarca supo lo que era ganar.
Lo mismo le sucedió en la Vuelta a Colombia en que triunfó Santiago Botero, cuando pegado al anca del rubio campeón mundial reafirmó sus condiciones de genuino escalador, ganando incluso una etapa memorable en Agua de Dios.
Para su fortuna, después de haber tenido un bache que le es propio a los de su categoría, volvió a dar la cara este año, cuando se puso líder de la ronda de los sub-23 con el uniforme de Colombia es Pasión, pero con tan mala fortuna que estando al frente de la general sufrió un accidente bajando del Alto de La Línea que lo alejó del título el cual finalmente quedó en manos de su amigo y colega, el paisa Sergio Luis Henao, a uno de los que le dedicara la medalla de oro del Mundial de Varese, ganada el viernes pasado.
En él hay un campeón en potencia. Ya sabe lo que es el cielo y el infierno del pedal con sus efímeras glorias y dolencias eternas.
Ya conoce lo que es tomar un volante de un carro último modelo y poderse dar ciertos lujos por fuera de competencia con los premios que se ha ganado por ser buen corredor. Lo que le falta es dar el paso hacia Europa con el fin de asumir su papel, ese que sus manejadores, entre ellos Ignacio Vélez, le han recalcado.
Su estrella es grande, porque incluso lo piden del Viejo Continente como refuerzo, donde ya se le distingue en las pruebas aficionadas, incluso antes del Mundial de Varese, donde al igual que Cochise, muchos dijeron y ese de azul, quién es?
Pico y Placa Medellín
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