Primero fueron las nubes más grises, después fue una lluvia feroz y sin pausas. Después llegó el viento. Y por último, el granizo. Fueron 40 minutos en que Rionegro vio caer del cielo de todo. Pensaron, algunos pesimistas, que se iba a caer de verdad.
El domingo por la mañana, los vestigios del aguacero más intenso de los últimos 20 años en este municipio del Oriente antioqueño eran menores: algunos colchones en los acopios de basura, sillones y sofás en la calle esperando al sol, y la gente con escobas y trapeadoras limpiando el lodo que aún permanecía sobre las aceras y las calles de El Porvenir y Quebrada Arriba, dos de los sectores más afectados por esta precipitación histórica.
Los testimonios sobre la hora de inicio del aguacero son congruentes: una y cuarto de la tarde del sábado 8 de noviembre. Primero fue la lluvia de rutina, y poco a poco fue aumentando su intensidad, en la que se combinaron vientos, granizo y mucha agua.
"Era muy violento, porque el granizo y el viento golpeaban con mucha fuerza las casas. Después comenzamos a ver como se iban inundando nuestras casas", relató Pastor López, habitante del barrio El Porvenir, uno de los más afectados por las precipitaciones del sábado.
Cuando las aguas del río Negro comenzaron a desbordarse de su cauce, se metieron por el alcantarillado, alcanzando varias calles alrededor.
"Nosotros estamos entre el río y una quebrada, lo que teníamos agua por un lado y por el otro. Llevamos un día entero sacando el agua que se nos metió", contó Pastor.
Quebrada Arriba
Pero tal vez uno de los sectores más afectados fue el de Quebrada Arriba, donde más de un centenar de personas perdieron gran parte de sus pertenencias. Con una pierna enyesada, Guillermo León Álvarez contó con suerte durante el vendaval. Mientras el agua alcanzaba niveles insospechados en su casa, un vecino pasó y lo sacó en hombros, porque él no podía ni moverse.
"Sufrí una fractura hace poco y estaba incapacitado. Y ayer (el sábado), la fuerza de las aguas no me dejaba mover. Nunca había visto entrar el agua de esa manera", dijo Guillermo.
La mayoría de los habitantes de esta zona insisten en que la construcción de un colegio obstaculizó el caudal del río, y por eso la magnitud de la inundación.
Sin embargo, las autoridades continuaban con las jornadas de entrega de ayudas humanitarias para las personas más afectadas. Durante la tarde del sábado se entregaron mercados, colchonetas y cobijas. Posteriormente, se realizó un censo para determinar las pérdidas.
El alcalde de Rionegro, Alcides Tobón Echeverry, informó que son 3 mil damnificados por el fuerte aguacero, y que se están adelantando todas las medidas para atender la emergencia.
"Hemos declarado la emergencia manifiesta para atender a los que sufrieron mayores daños estructurales como pérdidas del techo, daño en muros y otras afectaciones", afirmó Tobón.
Los fuertes vientos, además, causaron daños en los techos de varios negocios y el comercio se vio afectado por la caída de granizo, informó el Dapard.
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