Contemplar cómo las abejas construían las entradas a sus nidos era uno de los pasatiempos preferidos de José Rincón.
De niño su curiosidad lo llevaba a la maldad de cerrar con los dedos las entradas para luego sentarse a mirar cómo las volvían a abrir.
La inquietud de la infancia le alcanzó para convertirse en biólogo entomólogo, con un interés especial por las abejas, en especial las sociables.
Conoce de cerca que tener estos animales en el campo es de gran beneficio por su función en la polinización y por eso su recomendación para los finqueros es ubicarlas cerca a cultivos de tomate y lechuga, por ejemplo.
Otro de sus beneficios es que con su zumbido pueden ahuyentar a los gusanos que se comen las plantas y las confunden con avispas depredadores, según un estudio publicado hace poco en Current Biology.
Su cría -conocida como apicultura- es, además, una práctica cada vez más común para los amantes del campo, según reconoció José Rincón.
Él, un experto apicultor, se encarga de dictar clases para quienes desean iniciarse en esta tarea, y aprovecha los nidos que tiene para difundir la ciencia de una manera lúdica, sobre todo en los niños.
Miel de ángeles
Un tipo de abeja que se recomienda tener para la cría es la que no tiene aguijón, reconocida popularmente con el nombre de "angelita".
Cultivarlas es común en algunas comunidades campesinas que las aprovechan para actividades académicas, y las prefieren por la calidad y propiedades curativas que le otorgan a su miel.
El Laboratorio de Abejas del Departamento de Biología de la Universidad Nacional en Bogotá, incluso adelanta un estudio para caracterizar los productos que producen las angelitas y determinar cuáles plantas eligen para recolectar el polen.
José Rincón es uno de los que asegura que la miel que crean es bactericida y sirve para curar, entre otras dolencias, infecciones oculares y de la garganta.
En el comercio, 300 mililitros de miel de abeja sin aguijón pueden costar entre 25.000 y 30.000 pesos, mientras que la misma cantidad de la que producen las comunes se consigue alrededor de los 8.000 pesos.
Esto se debe a que las colonias de las angelitas tienen muchos menos individuos: tan solo 4.000 por colmena, mientras que en las de aguijón el número llega a las 300.000.
La diferencia hace que la producción sea menor y por eso para tener un proyecto rentable con ellas, es necesario contar con unas 300 colmenas, sostuvo Rincón.
El término exacto para la cría de angelitas es meliponicultura, mientras que apicultura se destina para las de tipo Apis, aquellas con aguijón.
En cualquier caso, Rincón cree que la experiencia es especial.
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