El ejemplo y las buenas costumbres son la base para que una sociedad se comporte de acuerdo a los principios éticos, los valores, las normas morales y de convivencia, muchas veces subestimadas en la época moderna por el afán de sobresalir, de ganar dinero y de obtener un estatus en la sociedad; estas situaciones nos deben llevar a la reflexión para que las tengamos en cuenta con el fin de construir un mejor país.
La trampa, el engaño, la ventaja se han vuelto parte del acontecer diario, lo vemos en los maestros en las aulas de clase tratando de imponer su criterio, creencias o ideologías con el velo de transmitir educación a sus alumnos, en los colegios y en las universidades estudiantes que hacen artimañas en la búsqueda de un título, lo vemos en los personajes de la vida pública frente a sus opositores y copartidarios.
No se concibe en el desarrollo social de nuestro país un Presidente de la República acusando a su antecesor utilizando falacias para orientar a sus gobernados hacia sus aspiraciones políticas, los parlamentarios frente a cuestionables actuaciones con ataques alevosos a sus compañeros de curul y colgando micos a las leyes para beneficio de sus grupos.
Tampoco se entiende a dos expresidentes acusándose de hechos presumiblemente dolosos frente a la opinión pública y menos se entiende un alcalde desconociendo actos de la justicia que lo juzgan como un mal administrador, arengando al pueblo para que se levante ante tal decisión, buscando esguinces y justificándose ante la justicia foránea.
Más sorprendente aún un fiscal recusando en público a un procurador por una decisión legal, dícese ajustada a la Constitución y las leyes; también existen por doquier narcotraficantes y delincuentes comunes en búsqueda del dinero fácil.
Ante este panorama de situaciones para algunos ejemplarizantes, no es la forma de generar cultura ciudadana, ¿con qué autoridad le pedimos a la gente del común que no soborne funcionarios, a los estudiantes que no compren los exámenes, a los alcaldes y subalternos que no cobren coimas para asignar contratos si los que detectan el más alto poder hacen lo propio?
La guerrilla también nos ha dado un mal ejemplo, amparados en la lucha mal entendida por la reivindicación del pueblo, se han apartado de su ideología en búsqueda de la riqueza y el poder, han robado, han violado, han usurpado el orden, y los medios de comunicación tampoco han dado ejemplo, publicitando a quienes se han apartado de la ley y las buenas costumbres; este no es el país que queremos los colombianos.
El gobierno debe llevar de nuevo a las aulas las cátedras de ética, de moral, de cívica y urbanidad, solo con cultura y buenos principios se formarán buenos ciudadanos.
El gobernador Sergio Fajardo nos está dando ejemplo porque el programa de "Antioquia la más educada" le aportará cultura a nuestro departamento y le asegurará a sus gentes un mejor porvenir, los resultados no se verán de inmediato, pero se lo agradecerán las generaciones futuras.
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