De cumplirse el cronograma que contiene 25 pasos, el 21 de enero del próximo año se firmará el acta de iniciación de la operación de metroplús entre el Metro de Medellín y los transportadores.
El reto es que el sistema pueda operar en el primer semestre, pero la empresa Metro aplicará todo el rigor jurídico de sus procesos de contratación, a costa del desgaste político y en la opinión pública que le pueden generar sus posiciones.
Así se deriva de lo expuesto ayer por el gerente de la empresa, Ramiro Márquez, y por su secretaria General, Beatriz Osorio, al informar que el miércoles se abrió el proceso en la etapa precontractual.
Ya el próximo jueves 4 de noviembre se deben entregar las condiciones para ofertar, una semana después la inscripción de los oferentes y el 16 debe hacerse la concertación de riesgos del contrato, y la estructuración técnica del proyecto.
Como luce algo apurado, Márquez señaló que es un cronograma normal, en un proceso de selección con proveedor único que sí se puede cumplir.
Pero si hubiese necesidad de generar alguna ampliación, admitió que se estudiará ante solicitud de los interesados.
Márquez aludió a dos puntos esenciales en el proceso contractual, uno de los cuales es que "se está vaciando todo lo que hay en el cuarto de datos", que es el que acumula toda la información de la concertación y negociaciones del Área Metropolitana con los transportadores.
El otro elemento es que se impondrá el cumplimiento de la condición que puso el Área de que los empresarios de cada cuenca (Movilplús y OTC6) deben incorporar el 40 por ciento de pequeños transportadores. "Es una condición fundamental que debe certificar el Área en el momento de presentar las propuestas", insistió.
Ante un eventual incumplimiento de las condiciones por los oferentes y la posibilidad que se tenga que abrir una licitación, sostuvo que esa es una determinación que corresponde a la autoridad competente: el Área.
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