Al cumplirse un año de los diálogos del Gobierno y las Farc en La Habana, el próximo 28 de noviembre comenzará a discutirse el narcotráfico, un ‘kraken’ cuyos tentáculos han llegado a todos los sectores de la economía y que le pesa al país 2,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Y es que luego de que Colombia en los 80 importara la hoja de coca de países como Perú y Bolivia, para el 2000 se había convertido en el principal productor a nivel mundial, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc). Pese a la reducción de 45 por ciento en cultivos ilícitos de los últimos años, sigue siendo el mayor productor de cocaína, según la Unodc. Con esto, se estima que a la economía ingresan anualmente alrededor de $16,6 billones por cuenta del narcotráfico, teniendo en cuenta el PIB de 2012.
Desde hace tres décadas, entonces, en Colombia ha existido una economía paralela, la cual es perceptible por el desequilibrio entre los ingresos de la economía formal y el dinero circulante. Esa diferencia corresponde al narcotráfico, señaló Viviana Manrique, directora del Observatorio de Drogas Ilícitas y Armas de la Universidad del Rosario.
Este ingreso de dólares ilegales, denominado lavado de activos, asciende a $18 billones anuales de acuerdo con la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf), cifra superior al presupuesto destinado a salud para 2014.
Daniel Mejía, director del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas de la Universidad de Los Andes, indicó que “antes era el sector financiero el principal mecanismo para lavado, pero con los controles, estos grupos se han adaptado y utilizan mayoritariamente el contrabando, especialmente de licores y cigarrillos, para lavar estos flujos”.
Precisamente, la Federación Nacional de Municipios ha dicho que la afectación por el contrabando de estos productos asciende a $500.000 millones anuales. Otros de los mecanismos utilizados son la subfacturación de bienes y la creación de empresas ficticias para, con exportaciones falsas, desfalcar a la Dian con devoluciones de IVA. Juan Ricardo Ortega, director de la entidad, señaló que éstos “hacen un daño enorme y es lo que está afectando al sector empresarial en una medida importante, a la generación de empleo y a la oportunidad del país de prosperar.”
Otro problema se genera con la utilización que los narcotraficantes le dan a estos dineros. Por un lado, se ha afectado la construcción. Un estudio de Roberto Steiner indica que aunque es difícil cuantificar el impacto en este sector, es innegable que lo ha permeado debido a la compra de bienes de lujo. Esto, por ejemplo, ayudó a inflar la burbuja inmobiliaria. A principios de los años 90, el ingreso de dólares ilícitos hizo que la inflación tuviera un aumento considerable, lo que llevó a que los precios de la vivienda se dispararan y luego, cuando ya muchos colombianos habían adquirido sus inmuebles, la burbuja se rompió dejando a los morosos con bienes de menor valor.
Pero el tema no para allí, la incautación de bienes ha generado costos del proceso. Actualmente, la Dirección Nacional de Estupefacientes administra 22.438 bienes inmuebles entre urbanos y rurales en el país, los cuales algunos ya han sido sujetos de extinción de dominio. Entre tanto, la Uiaf ha identificado bienes susceptibles al proceso por $8,2 billones, teniendo en cuenta el valor comercial.
Además, los narcotraficantes se dedicaron a adquirir grandes predios, que no son utilizados productivamente.
En cuanto a la minería, durante años ha estado ligada tanto al lavado de activos como a los lugares donde hay cultivos ilícitos. Camilo González Posso, director de Indepaz, dijo que ha estado asociada a la formación de grupos narco-paramilitares y por ejemplo ha habido producciones ficticias, pues se traía oro de Panamá o Brasil y se legalizaba a través de supuestas explotaciones mineras con el pago de regalías.
Entre 50 por ciento y 60 por ciento de los ingresos por narcotráfico que entran al país se van para financiar las actividades armadas de las Farc, de acuerdo con estudios de Mejía.
La guerra contra las drogas
Según Indepaz, se han invertido US$30.000 millones desde 2000 entre Colombia y Estados Unidos para combatir el tráfico de drogas en Colombia.
Mejía indicó que desde 2008 se ha visto una reducción de los cultivos ilícitos gracias al cambio de política, ya que se dejó el ataque directo a los cultivos y se enfocó en etapas posteriores de producción.
Es innegable, además, que el país invierte la mayor parte de su presupuesto en defensa, 17,9% del Presupuesto General de la Nación para 2014, lo que ha impedido que mayores recursos se destinen a inversión.
La discusión que comienzará el 28 de noviembre y que estará liderada por el general Óscar Naranjo tiene muchas aristas, pero se esperan consensos en la sustitución de cultivos y la política de aspersiones.
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