Durante la presidencia de Misael Pastrana, muchos amigos del municipio de Sabanalarga le solicitamos a Jota Emilio Valderrama que nos consiguiera una entrevista con el primer mandatario y fuimos a Bogotá a pedirle una planta eléctrica para el municipio, que solo tenía una pequeña planta movida por una pelton que alimentaba un chorrito de la quebrada San Pedro o la Pedrona, como la llamaban allá. Los focos del pueblo eran de una débil lucecita roja que no servían para alumbrar, sino como para saber que estaban prendidos.
Cuando entramos al salón de audiencias del Palacio de San Carlos, en ese entonces residencia presidencial, don Jesús Jaramillo, que en paz descanse, se quedó deslumbrado con una hermosa lámpara de cristal con 60 focos.
El doctor Valderrama le ponderó al mandatario el valor y civismo de don Jesús, jefe conservador, concejal y ex alcalde de Sabanalarga. El Presidente lo saludó muy calurosamente y don Jesús estrechando la mano presidencial, le dijo:
-Doctor Pastrana, con solo una verraca lámpara de estas, alumbramos todo el pueblo de Sabanalarga-.
Con uno solo de los argumentos que se han esgrimido para no votar por el profesor Antanas Mockus, sería suficiente. El irrespeto a los alumnos que vieron el trasero desnudo de su rector, la orinada desde un balcón a un público en Manizales, la bañada a Horacio Serpa Uribe con un vaso de agua en una conferencia televisada, sus payasadas en el matrimonio circense, su disfraz de "súper héroe" o Chapulín Colorado, su ignorancia confesa de la Constitución, sus enredadas respuestas para después contradecirse y corregir, su demora de cinco meses para nombrar gabinete cuando fue alcalde de Bogotá, su admiración por Hugo Chávez, nuestro enemigo nacional, su ateísmo solo lo incapacitaría para gobernar un país católico, su negativa a recibir el apoyo del presidente Samper para construir el metro de Bogotá, el apoyo de dos ex alcaldes de Bogotá que dejaron la capital del país en manos de los peores contratistas ¿recuerdan las losas del Transmilenio, que llamaban Peñaslosas que dejaron las vías como ruinas de terremoto? ¿Y los contratos a Nule?
Pero como si todo lo anterior fuera poco, nos cuenta el señor Esteban Tovar que cuando Mockus era rector, y Tovar estudiante, en el campus de la Universidad Nacional había un sitio que llamaban el "Jardín de Freud", donde los estudiantes podían adquirir toda clase de estupefacientes y licores a precios rebajados y como ni la Policía, ni el Ejército pueden entrar a las universidades, "sagrado recinto de la ciencia", el Jardín de Freud era el paraíso de los viciosos. Con el argumento de que era dar paso a la libre personalidad de los alumnos.
"El que se quiera drogar que se drogue y el que no, que no lo haga", fueron las sabias palabras del científico lituano, según Tovar.
Mientras tanto su fórmula vicepresidencial, por andar atravesando las pirámides de la Oriental en bicicleta, se partió la cadera. Lo que faltaba para completar el paraíso verde. Este jardín verde colombiano lo van a manejar, si los dejamos, un profesor loco y confuso y un ciclista frustrado en muletas.
ÑAPA: Estuve en el ITM, una universidad del ámbito municipal de Medellín. Recorrí aulas, rincones, corredores y zonas sociales. No se ve ni basura, ni un rayón, ni grafitis en las paredes. Los estudiantes, de estratos uno, dos y tres, se ven alegres y amables. No hay indicios de expendio o consumo de estupefacientes. No hay encapuchados, ni huelgas, ni bochinches. Ni sombras que puedan amenazar de muerte a un concejal. El doctor Marduk puede estar orgulloso de su labor de trece años y los habitantes de Medellín, también.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6