La familia se ha consolidado y crece. Con la presentación del Renault Logan, en 2005, la marca del rombo apostó por un nicho que buscaba carros durables, relativamente sencillos en su configuración mecánica, funcionales y en los que el espacio habitable fuera la nota predominante, incluso por encima de sus rasgos estéticos.
Tiempo después apareció un "hijo" de este modelo. El Renault Sandero, que como buen heredero comparte los genes y los rasgos principales del Logan, pero en su versión de hatchback. Este modelo llegó en diferentes versiones. Y más tarde la automotriz lanzó el Sandero Stepway, con un diseño un poco más robusto.
Pues ahora Renault le apunta al Sandero que le hacía falta en sus vitrinas para completar la oferta. La versión con caja automática.
Así es
Desde la perspectiva de su motorización, este modelo está equipado con el mismo conjunto propulsor de 1.600 centímetros cúbicos, con 16 válvulas en sus cuatro cilindros, que le entregan una potencia de 110 caballos de fuerza.
El acople del motor, ya no se hace sobre una caja mecánica de cinco marchas, si no a una caja automática de cuatro marchas con convertidor de torque.
Uno de los elementos atractivos en este componente es el sistema autoadaptativo. O dicho de otra forma, la caja automática del Sandero, tiene la capacidad de "leer" y "aprender" diferentes estilos de manejo y responder de la manera más eficiente, entregando el cambio en el momento más adecuado para garantizar la mayor eficiencia de respuesta en torque y potencia, y el consumo y las emisiones más contenidas.
Y semimanual
Esta caja, tiene también la posibilidad de un manejo secuencial, o semi manual. En su modo automático la unidad que probó EL COLOMBIANO, demostró un buen comportamiento en su arranque, mucho menos perezoso de lo que se podía esperar, aunque la respuesta no es inmediata, sí entrega una salida desde parado muy eficaz.
En promedio la caída de revoluciones entre marchas está alrededor de las 2 mil revoluciones por minuto, pero la recuperación es rápida, y la transición de un cambio a otro se hace sin mayores sobresaltos.
Como en los demás "hermanos" el trabajo en su suspensión le permite absorber de forma muy eficiente los baches y las irregularidades del camino, e incluso se pude ir con algo de rapidez sobre un terreno medianamente destapado.
Y adentro
Desde el punto de vista de habitabilidad, el Sandero Automático ofrece la ventaja ya probada de los otros modelos de la plataforma, frente a su facilidad para llevar cinco pasajeros. Para el conductor la posición de manejo es buena, sin embargo, la espuma de los asientos adelante no es lo suficientemente firme. Por eso, con el paso de los minutos y horas de conducción se hunde un poco y genera alguna incomodidad, especialmente al puesto de piloto porque cambia la altura. Esta versión, como la Dynamique de Sandero, ofrece los cuatro eleva vidrios eléctricos, aunque sus pilotos están en posiciones no muy intuitivas, particularmente, los que accionan los cristales traseros. Los materiales son los ya característicos plásticos rígidos. En el interior de este modelo se da un ambiente un poco menos austero con las aplicaciones que simulan metal.
La caja automática será apetecida por quienes viven en la ciudad y no quieren agotarse en trancones y semáforos. Así, la familia Sandero está completa pues presenta opciones que se acomodan a los diferentes estilos de manejo.
Pico y Placa Medellín
viernes
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