Todo indica que el Simpad tiene el control de lo que pasa en el Cerro Nutibara, y aunque la entidad no descarta de plano que se pueda producir un deslizamiento de tierra hacia el costado suroriental, la probabilidad de que esto ocurra la ve remota.
Así lo sugiere el director del organismo de prevención y atención de emergencias de la Alcaldía, Camilo Zapata, que ayer visitó el lugar y acompañó a varios obreros que hacían excavaciones en los terrenos en los que el domingo 13 de febrero se produjo un desprendimiento de tierra hacia el lado suroriental del cerro.
Las excavaciones hacen parte del proceso de intervención que se realiza en el lugar desde que se presentó la emergencia y es el segundo paso para determinar el tipo de trabajo que debe ejecutarse allí para frenar la erosión de tierra y garantizar la seguridad de los visitantes.
"Una primera etapa es exploratoria, con levantamiento topográfico y análisis de las condiciones de la zona; posterior a esta, son las perforaciones que se están haciendo hoy (ayer) y luego vienen los análisis de laboratorio, todo encaminado a detectar las posibles causas del deslizamiento para diseñar las soluciones", explicó Zapata.
El funcionario reiteró que, según las conclusiones que arrojan los primeros estudios hechos por la Comisión Técnica del Simpad, la masa de tierra que caería hacia la oreja de la avenida Guayabal sobre la autopista, serían unos 1.500 metros cúbicos.
"En el caso hipotético de que se diera un deslizamiento, estamos tomando las medidas hasta donde consideramos que la masa llegaría a desplazarse, y no consideramos que sea posible la suma de los 25 mil metros cúbicos que dicen", recalcó Zapata.
A la par de este seguimiento, la Secretaría del Medio Ambiente adelanta un plan de mejoramiento que incluye aseo, reparación de estructuras dañadas y limpieza de sequias y canales, entre otros aspectos.
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