Existe un consenso entre los diferentes sectores del país: Colombia requiere un salto en infraestructura que contribuya a la competitividad y productividad nacional especialmente por los acuerdos comerciales firmados y en negociación.
Pero ese salto, que todos esperan, ha tenido varias dificultades a través de las décadas y, a decir de Eduardo Sarmiento, director del Centro de Estudios de la Escuela Colombiana de Ingeniería, existen problemas históricos, como es el hecho de que se contratan las obras, los proyectos se cambian en el camino y finalmente terminan valiendo más.
“El país ha gastado en infraestructura una gran cantidad de recursos y estos no se han manifestado en realizaciones”. Al respecto, Alejandro Reyes, director del departamento de investigaciones económicas, de Ultrabursátiles, dijo que la locomotora no ha arrancado pues hay una serie de proyectos que están planillados para iniciar en el año y son pocos los que han comenzado. A estas iniciativas se les han asignado los recursos, pero de acuerdo con la información conocida, no han arrancado, dijo Reyes.
A ello se suma, que doble calzadas, adecuaciones de puentes y otras obras de segunda y tercera generación, que debieron terminarse hace años, no han concluido, por problemas ambientales y de licencias, entre otros.
Además, las obras deben estar acorde con el crecimiento del comercio internacional y varias obras que se están tratando de actualizar, se actualizan con estándares que quedan cortos muy rápidos. Por ejemplo, cuando se entregó una parte del aeropuerto El Dorado, se anunció que se quedó pequeño para las necesidades del mercado.