El Día del Fútbol Antioqueño sirvió para apreciar módulos tácticos revolucionarios, realizar ensayos arbitrales, darles la bienvenida a su tierra a varios deportistas y ser testigos de que el talento no tiene fecha de vencimiento.
Ganar era lo menos importante ayer en el estadio Atanasio Girardot, porque todos los participantes tenían claro que en esta oportunidad lo fundamental era pasarla bien jugando fútbol y recoger fondos para las fundaciones Héroe Camina y Héroes de la Patria.
Luis Fernando Montoya, el 'Campeón de la Vida' se cumplió a sí mismo volviendo a dirigir después de siete años y terminó pletórico en el escenario. "Con un 4-2-2-2, creyendo mucho en mis jugadores y aprovechando el olfato de Martín Palermo le pude ganar 3-0 al agresivo equipo que paró Bolillo Gómez con un 4-1-3-2".
Así como Montoya y Bolillo se gozaron la fiesta haciendo múltiples cambios y probando jugadores en otras posiciones, el árbitro Armando Pérez aprovechó la ocasión para dirigir el compromiso con cuatro compañeros más: dos asistentes y un par de jueces de área, situación que tendrá cabida en la Eurocopa de este año de Ucrania y Polonia.
Mario Múnera, pionero del evento benéfico, terminó triste y aburrido porque "el público no respondió con su presencia como esperábamos", pero los escasos 12.000 asistentes demostraron, con sus aplausos, que la pasaron bien.
Eso, gracias a que pudieron apreciar equipos con dos creativos y tres delanteros, repetidas sociedades y jugadas de lujo, parejas raras como Palermo-Agudelo, Zamorano-Tréllez, Valderrama-Alexis y muchos mundialistas y múltiples campeones uniendo talento con el único fin de generarle mejor calidad de vida a los soldados discapacitados de Colombia.
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