El rubio del barrio Santa Mónica de Medellín, único antioqueño en la formación titular de Colombia este sábado frente a Francia, dice que no tiene temores, pero no oculta la ansiedad propia del debut mundialista.
Y es que Santiago Arias, lateral derecho del Sporting de Lisboa, se llena de motivación al mirar el pasado reciente, cuando en Toulon, el equipo que dirige Eduardo Lara le ganó la final a los galos mediante lanzamientos desde el punto penalti (1-1 en los 90 minutos).
Así Francia tenga varios cambios en relación con aquel elenco y haya llegado a la Copa Mundo 2011 con el rótulo de campeón europeo, Arias y sus compañeros confían en superar el primer gran obstáculo del torneo, ese que genera unas cosquillitas en la barriga y que resulta definitivo en las aspiraciones de avanzar y llegar muy lejos.
"Para nada hay temores, al igual que nosotros sentimos respeto por ellos como rivales, ellos nos miran de la misma manera", dice el joven de 16 años que alcanzó el rótulo de profesional en Equidad Seguros.
Ya son muchas las experiencias internacionales de Arias, una de ellas el Mundial Sub17 de Nigeria-2009, donde el país cumplió un destacado papel. Por eso sus palabras van impregnadas de certeza y seguridad, la misma que intenta transmitirles a sus compañeros. Lo que siente, anota, "es mucha emoción y alegría de que llegue el momento que todos esperamos; gracias a Dios ya le ganamos".
Su tarea estará basada, primero, en contener a los espigados jugadores franceses que son fuertes en el juego aéreo y luego generar fútbol con salidas por el costado derecho, en una función que conoce bien, porque en sus comienzos, en la escuela de Alexis García, fue mediocampista. Los centros o en su defecto, rematar de media distancia, son virtudes que también explotará.
Santiago advierte que la Selección Colombia debe ser inteligente a la hora de encarar a Francia. No perder la tranquilidad, analizarlo, quitarle la pelota y no dejar que les manejen el partido son, para él, aspectos a tener en cuenta este sábado (8:00 p.m.) en El Campín. "Aquí no hay rivales pequeños, no podemos menospreciar a nadie", agrega cuando se le pregunta por los otros conjuntos del Grupo A.
Sobre las variantes del conjunto europeo que enfrentaron en Toulon, Arias no se deja engañar. Reitera que si bien cambió jugadores, el estilo es el mismo y para contrarrestarlo, además de buen juego, destaca la unión y el compañerismo que dejó ver el plantel en los últimos entrenamientos en el estadio de Techo.
La hora de la verdad llegó y Colombia, como buen anfitrión, sale desde este sábado a escribir su séptima historia mundialista, pues como anota Santiago, siempre quiso jugar una Copa juvenil, pero nunca pensó que fuera en casa, "con toda mi gente para sentir esta felicidad tan grande".
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