Que no se puedan ver, es una cosa; pero que compartan el mismo gusto por tan peculiar olor es otro asunto más llamativo.
Sí, víctima y victimario, un pequeño y peligroso mosquito y una araña, se sienten atraídos por el olor de unos calcetines usados, revelaron científicos en el journal Biology letters.
En Kenya, de acuerdo con el estudio de Fiona Cross y Robert Jackson, una araña vampiro caza su presa rastreando el olor de los pies humanos.
Y aunque pueda sonar cómico o intimidatorio, las personas no tendrían porqué temer. Evarcha culicivora sólo es un vampiro indirecto, no está interesada en atacar humanos pues ni tiene una cavidad bucal para ese fin.
La araña va tras los mosquitos como el Anopheles gambiae que se han alimentado con sangre de mamíferos, convirtiéndose sin proponérselo en benefactora de las personas: la araña caza uno de los insectos que más malaria transmite en el planeta.
Este arácnido fue estudiado en 2003 por Jackson, de la Universidad de Canterbury. Pronto encontró que le gusta alimentarse con esos mosquitos, en especial con aquellos que se acaban de alimentar con sangre.
Los salticidae, llamados arañas saltadoras o cazamoscas, de la que forman parte cerca de 4.000 especies, tienen una poderosa vista. E. culicivora, se ha demostrado, puede detectar su presa favorita sólo por sus ojos, aunque también es capaz de depender del olfato.
En 2009, con Fiona Cross, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la misma universidad, demostró que la sangre es a la vez alimento y afrodisiaco para las arañas. Cuando están llenas, se hacen irresistibles para el sexo opuesto.
En el nuevo estudio muestra cómo a esta araña le gusta estar cerca de los humanos. Después de todo, el mejor lugar para hallar un mosquito repleto de sangre es la misma fuente.
Los investigadores colocaron esencia humana de calcetines en tubos de ensayo ocupadas por arañas cautivas, que podían salir si lo deseaban. Eran más dadas a permanecer si el olor provenía de un calcetín blanco que un voluntario había usado 12 horas seguidas. El olor de una media sin usar era menos atractivo. Pasaba de 15 a 30 minutos más examinando la fragancia de los pies. Tanto hembras como machos, adultos como jóvenes, se comportaban de la misma manera.
Este agudo sentido del olfato de Evarcha es inusual en una araña colgante, el grupo más reconocido por su excepcional vista.
Podría ser que su sentido ha evolucionado para ser espejo del de su presa. Tanto mosquitos como arañas son atraídos por el olor de los humanos en busca de sangre. La diferencia es que el mosquito la toma de nuestro cuerpo, las arañas del mosquito.
A. gambiae es alertado por una variedad de estímulos humanos para saber que tiene una persona cerca, entre ellos el CO2 que respira, el calor y la humedad, así como otros compuestos específicos de los humanos.
La atracción de este por el sudor humano se comprobó con medias usadas por la misma persona.
Es la primera vez, de acuerdo con los autores, que se muestra que el olor humano atrae dos animales, araña y mosquito, que son a la vez víctima y victimario en la lucha por la supervivencia.
Para el mosquito su alimento puede ser en vez de alimento vital, el principio de su fin. No sabe para quién trabaja.
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