El Gobierno español mostró su disposición a prestar ayuda, de forma coordinada con la Unión Europea (UE), a la misión militar que varios países africanos preparan en el norte de Malí para frenar la acción de los grupos terroristas islamistas que dominan ese territorio.
No obstante, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, puntualizó que "España no va a adoptar ninguna actuación de carácter unilateral", y sugirió que la misión solo contará con la participación de soldados africanos.
"Cualquier acción que se quiera plantear será coordinada con los socios de la UE", dijo García-Margallo en una conferencia de prensa en Madrid.
El titular de Exteriores se refirió a esta cuestión al hablar de la repatriación de los cooperantes españoles en los campamentos saharauis de Tinduf, en el desierto argelino, llevada a cabo el pasado fin de semana por el riesgo de secuestro existente por parte de las redes terroristas procedentes de la vecina Malí.
Según García-Margallo, el norte de Malí se ha convertido en un "territorio de nadie ocupado fundamentalmente por movimientos terroristas islámicos extremistas que ya han mostrado la ferocidad con la que pueden actuar".
Desde el pasado mes de marzo, estos grupos salafistas, como Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), se han hecho con el control de la mitad norte del país africano.
Según el ministro español, el protagonismo de una eventual misión militar en Malí correspondería sobre todo a los quince países que integran la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao).
García-Margallo recordó que la Cedeao tiene una misión de 2.300 militares preparados para actuar, una vez que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas autorice la misión.
Estados Unidos también mostró su disposición a prestar asistencia logística para liberar el norte de Malí si se requiere su cooperación.