El marido de la actriz Sandra Bullock, Jesse James, ingresó en un centro de rehabilitación para buscar ayuda con sus "asuntos personales" después del escándalo de sus presuntas infidelidades, informó ayer la revista People.
James, directivo de la empresa de motos West Coast Choppers, se dio de alta por su propia voluntad en una institución el pasado 26 de marzo, si bien no se especificó el nombre de la organización ni su especialidad.
"Jesse se registró en un centro de tratamiento para lidiar con sus asuntos personales", aseguró su representante en un comunicado a la revista.
"Él se dio cuenta de que este momento era crucial para ayudarse a sí mismo, a su familia y para salvar su matrimonio", añadió el agente, quien indicó que la decisión fue "100 por ciento" de James y no como resultado de un ultimátum impuesto por Bullock.
El ingreso se produjo apenas 11 días después de que la prensa se hiciera eco de una supuesta infidelidad de James con una modelo de tatuajes cuando Bullock estaba rodando Un sueño posible (The blind side), filme por el que obtuvo el 7 de marzo un Óscar como mejor actriz protagonista.
A raíz de la noticia, Bullock abandonó el hogar familiar y estuvo una semana fuera de California, mientras a James le surgían más presuntas amantes, otras tres, e incluso salía a la luz una supuesta denuncia por acoso sexual en el trabajo.
James optó por emitir un comunicado haciéndose responsable de todo el "daño" que estos acontecimientos pudieran producir en sus seres queridos, aunque en ningún caso reconoció las acusaciones de infidelidad.
Bullock y James contrajeron matrimonio en 2005.
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