La primera película que revive el terremoto y tsunami que hace poco más de un año cambiaron la vida en Chile, fue estrenada este jueves al público local, que no podrá evitar estremecerse al ver sus realistas imágenes.
3.34: Terremoto en Chile, revive los momentos previos y posteriores al cataclismo del 27 de febrero del 2010, dejó 524 personas muertas y 21 desaparecidas y una estela de dolor y miedo que aún perdura en el centro-sur de Chile, donde se siguen sintiendo réplicas, algunas con magnitudes superiores a los 7 grados en la escala de Ritchner.
El estreno estaba previsto para el 27 de febrero, a un año del terremoto, pero el impacto emocional que podía causar entre quienes sufrieron el terremoto de magnitud 8,8, llevó a los realizadores a postergarlo hasta el 21 de abril.
"Generalmente el cine latinoamericano está muy dedicado a contar historias muy íntimas, porque es una forma de tener un actor, una cámara y de no tener que recurrir a grandes recursos", dijo a la AP el actor Fernando Gómez-Rovira. "Nosotros apostamos por un cine de cinco estrellas, pero con recursos más acotados", agregó el actor.
La historia
Gómez-Rovira interpreta a Carlos, un reo que huye de la cárcel, destruida por el terremoto, para ir a buscar a su hija, que está en otra ciudad.
Las otras dos historias de la cinta, que muestran el antes y después del cataclismo, son las de un grupo de jóvenes que disfrutan sus vacaciones en Dichato, en el sur, un balneario que literalmente desapareció del borde costero chileno, y el de una mujer recién divorciada que, en medio del caos y la destrucción, debe recorrer unos 300 kilómetros hasta llegar a Dichato, donde sus hijos están con el padre.
"Lo que hay allí son historias ficcionadas, pero que están rescatadas de la realidad", dijo a la AP el director de "3.34: Terremoto en Chile", Juan Pablo Ternicier.
Entre los extras de la cinta hay lugareños. "Son gente que vivió la experiencia allí mismo donde se filmó", dijo Ternecier.
Las locaciones del largometraje son reales. Incluso grabaron en el edificio Alto Río, una torre de departamentos nuevos que se convirtió en ícono del terremoto, tras quebrarse por la mitad y caer de lado al suelo. Ocho personas murieron allí.
La investigación judicial estableció que la torre se quebró porque fue construida con materiales inadecuados para el suelo blando donde se levantó. "Los bomberos que nos ayudaron en el rodaje son los mismos que participaron en el rescate" de los residentes de Alto Río, relató Ternecier.
"Esa posibilidad de filmar en las locaciones reales y, además, con personas que vivieron la experiencia, permiten que la película se acerque a la realidad de una manera mucho más verosímil", declaró el cineasta.
La cinta, que se rodó en 32 días, ya está lista para ser presentada en un circuito internacional que incluye México, Colombia y Argentina, informó Ternicier.