Con la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton a la cabeza, E.U. terminó ayer un viaje de cortesía diplomática a Egipto, porque además de prometerse mutua lealtad y alianzas, fue más estratégico para estar cerca de ambos bandos que dirigen el país. Por un lado le conviene tener a la Hermandad Musulmana cerca, al igual que a los miembros de la Junta Militar, que gobernó tras la caída del dictador Hosni Mubarak.
Después de hablar el sábado con el nuevo presidente egipcio, Mohamed Morsi, sobre el proceso democrático del país, Clinton dijo que “E.U. estará atento a que el gobierno elegido apoye la inclusión, haga que el talento de cada egipcio pueda servir en la construcción de un nuevo futuro para este antiguo e increíble país”.
Responsabilidades
No es gratuito este viaje a sólo un mes de haberse llevado a cabo la segunda vuelta presidencial egipcia, y a 15 días de haber asumido la Presidencia la Hermandad Musulmana, encabezada por Morsi. “Resulta que E.U. fue uno de los que patrocinó la revuelta contra Hosni Mubarak, además no puede deslegitimar la democratización en Egipto, así haya ganado un partido islamista que no le conviene a sus relaciones, dado su corte radical. Pero entregarle todo el poder a la Junta Militar también es peligroso porque es el poder detrás del poder. No había muchas opciones para los norteamericanos, pero debían hacer presencia desde ya”, dijo Luis Guillermo Patiño, director de Ciencia Política de la UPB.
Efectivamente la apuesta norteamericana es contar con un aliado en la región que viva un proceso democrático tras la dictadura. “Lo que pasa es que los egipcios salieron a votar por un estado democrático, pero eligieron un candidato fundamentalista como Morsi, que piensa que el Corán está por encima de todo y no habla de libertad ni de democracia, sino que la salvación está en el Islam, algo peligroso para E.U.”, agregó Patiño.
Aquí el asunto es de otra envergadura para los norteamericanos, por un lado legitimaron la vía democrática, pero el nuevo gobierno egipcio por su corte fundamentalista puede volverse autoritario y finalmente perjudicial para sus intereses.
Por eso en su reunión de ayer, Clinton expresó al jefe de la Junta Militar egipcia, mariscal Husein Tantaui, el deseo de Washington de promover las relaciones de cooperación con Egipto, que considera “un socio estratégico” en la región, dijo a Efe una fuente castrense. A la cita, asistieron, además, varios miembros del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y la embajadora de E.U., Anne Paterson.
Cuando terminó este encuentro, la jefa de la diplomacia estadounidense viajó a la segunda ciudad del país, Alejandría, junto a la costa mediterránea, para inaugurar el Consulado General de E.U. en esa localidad.
Mientras se desarrollaba la agenda, fuentes de seguridad confirmaron que decenas de manifestantes protestaron por la visita frente a la Embajada de estadounidense en la capital.
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