El terremoto y el tsunami que afectaron a Japón, uno de los principales consumidores de café de Colombia, no han golpeado por ahora la demanda ni las exportaciones del país, dijo este lunes el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz.
Anualmente Colombia exporta entre 1,4 millones y 1,5 millones de sacos de 60 kilos a Japón, precisó Muñoz en el foro de Reuters sobre Inversión en América Latina.
"La desafortunada tragedia del terremoto y el tsunami, respecto a la industria cafetera japonesa, por fortuna no la afectó. La industria no sufrió daños, las plantas procesadoras están intactas, además de eso, el mercado japonés se centra más en la parte sur del país, no tanto en la parte norte en donde tuvo mayor impacto la tragedia", afirmó Muñoz.
"Los puertos de llegada de nuestro origen están bien, hay problemas internos de logística por algunas carreteras que están deterioradas. Hasta el momento el comportamiento de los pedidos, de las ventas, está bien, habrá que esperar un poco más adelante, por ahora el mercado está tranquilo, no vemos problemas estructurales", explicó.
El dirigente gremial estimó que el precio para los cafés arábigos, suaves, lavados y finos, como los que produce Colombia, debe permanecer en los próximos años entre los 2,50 y los 2,70 dólares por libra.
Muñoz dijo que el aumento del consumo, los bajos inventarios y la producción estrecha a nivel mundial han ayudado a los buenos precios del café en los mercados internacionales, a lo que se ha sumado que los consumidores son cada vez más exigentes.
"Los precios deben encontrar unas franjas donde han estado, alrededor de los 2,50 y los 2,70 dólares y eso debería mantenerse en los próximos años", afirmó.
El reto es aumentar la producción
El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros reiteró que para el 2011 la meta de producción del país es una cosecha de entre 9 y 10 millones de sacos, pero aclaró que dependerá de los efectos de las lluvias sobre los cultivos.
Colombia registró su más baja cosecha en más de tres décadas en el 2009, con 7,8 millones de sacos, por una temporada de lluvias que afectó las principales regiones, a lo que se sumó una baja fertilización y un programa de renovación de cultivos.
En el 2010 Colombia subió su producción a 8,92 millones, pero la cosecha aún está lejos de los niveles históricos de 11 millones de sacos.
"Colombia tiene que recuperar sus niveles normales de producción, estamos viendo en principio un año 2011 superior a los nueve millones de sacos, puede estar por una cifra de entre nueve y 10 millones de sacos, aproximadamente, dependerá un poco también de cómo se comporta el clima en estos meses, especialmente en los periodos de lluvias intensa", afirmó.
"Si pensamos que Colombia seguirá avanzando en la producción hacia el año siguiente, en condiciones normales, ya debería estar el país en su promedio habitual, el promedio habitual en Colombia es alrededor de 11 millones de sacos", explicó.
El gerente de la federación reconoció que los productores de café de Colombia miran a Australia, Asia y Europa del este como futuros mercados ante el aumento del consumo.
Muñoz reveló que de las 900.000 hectáreas cultivadas con café en Colombia, un 65 por ciento aún deben ser renovadas con variedades resistentes a la roya, y sostuvo el propósito de superar el millón de hectáreas sembradas para alcanzar una producción de 18 millones de sacos en el año 2020.
"Si logramos tener una caficultura renovada en el 90 por ciento en el país, incluso con el tamaño actual, vamos a llegar a 14 millones de sacos, y si crecemos alrededor de 200.000 hectáreas (...) vamos a pasar de 14 a 18, a qué velocidad, en la velocidad que nos vaya pidiendo el mercado precisamente para no hacer la sobreoferta y deteriorar los precios" afirmó.
"Es un plan que podría tener Colombia hacia el 2020, estar produciendo 18 millones de sacos en condiciones normales de clima", concluyó el dirigente cafetero.
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